Ocurrió la noche del sábado en Ibarra.

La mujer,  que estaba embarazada, murió después en un hospital.

El crimen levantó una oleada de reacciones en el país, acerca de la seguridad, del desempeño policial y, también, del ingreso de extranjeros al país.

El asesino de Diana Carolina es venezolano.

 

MEDIDA. El presidente de la República, Lenín Moreno, anunció ayer que ordenó la conformación brigadas para “controlar la situación legal de los inmigrantes venezolanos en las calles”, luego del asesinato de Diana Ramírez.

“Les hemos abierto las puertas, pero no sacrificaremos la seguridad de nadie”, aseguró el mandatario en un comunicado que publicó en la red Twitter.

Además, dijo que el Gobierno analiza la posibilidad de “crear un permiso especial de ingreso al país”.

Moreno calificó al extranjero que cometió el crimen como un antisocial.

 

el hecho. La joven de 22 años, quien tenía cuatro meses de gestación, falleció la noche del sábado luego de recibir varias puñaladas de su novio, Yordy Rafael L. G, quien la amedrentó con un cuchillo y la tuvo de rehén unos 90 minutos.

El hecho de sangre ocurrió en pleno centro de Ibarra. El hombre retuvo a la mujer, que trabajaba en un local de comidas, por varias cuadras y amenazó con matarla ante la insistencia de ciudadanos y de la misma policía que pedían que la dejara.

A las 22h40 le asestó varias puñaladas. Algunos presentes intentaron linchar al hombre, pero la policía usó gas lacrimógeno para dispersarlos. 

El extranjero, quien tenía una alerta roja de la Interpol, fue detenido y puesto a órdenes de las autoridades competentes, mientras que  la víctima fue trasladada hasta el hospital San Vicente de Paúl, donde falleció.

Diana Carolina mantenía una relación con el agresor aunque estaban distanciados, indicaron familiares que acudieron al hospital.

Este hecho se viralizó en redes sociales, lo que causó indignación en la ciudadanía que criticó el accionar de la Policía Nacional.

 reacciones. Una de las primeras medidas que se tomaron, luego del asesinato, fue que la gobernadora de la provincia de Imbabura y el responsable de la Policía de Ibarra fueran reemplazados de forma inmediata por el Gobierno.

Así lo anunció la ministra del Interior, María Paula Romo, a través de Twitter, y calificó lo ocurrido como “horror inaceptable”.

Romo afirmó que “la muerte de Diana debió ser evitada con el uso de la fuerza por parte de la Policía Nacional”, antes el cambio de la gobernadora, Marisol Peñafiel, y al jefe de la Policía y el envío de fuerzas especiales.

Según los videos, muchos de los presentes les gritaban a los policías “¡mátenle! ¡mátenle!”, pese a lo cual ellos no actuaron y se dio el desenlace fatal.

“Cuando se trata de defender una vida o evitar un delito, la @PoliciaEcuador no solo tiene la facultad de usar la fuerza, tiene el deber de hacerlo”, publicó en otro twitt la funcionaria.

El exasambleísta Andrés Páez recordó que un policía fue detenido tras incidentes en Mascarilla, también en Ibarra, hace unos meses, al disparar para, supuestamente, defenderse de una agresión. El disparado falleció.

El abogado Ramiro GarcíaFalconí, dijo que el problema no es la nacionalidad del agresor sino el machismo que lo hizo actuar así. Expresó que el anuncio de Moreno legitima la xenofobia.

 

MÁS ATAQUES. Otra de las reacciones del hecho fue que ciudadanos venezolanos empezaron dejar Ibarra el domingo luego de que fueran agredidos con piedras en medio del clima de tensión que se vive en esa ciudad tras el crimen.

“La gente nos grita obscenidades (...) ya no nos quieren ver, nos lanzaron piedras. Por uno pagamos todos”, señaló Juan Pablo Rúa, quien caminaba junto a diez de sus compatriotas, cargando sus pertenencias, por el sector de la vía Panamericana norte.

Tras el femicidio, en la madrugada del domingo, ciudadanos acudieron a parques del centro de la capital imbabureña a desalojar a los extranjeros que suelen dormir en sus instalaciones. Incluso quemaron las pertenencias de algunos de ellos y los persiguieron para exigirles que la abandonaran.

“A raíz del acto deplorable de esta persona, están tomando medidas fuera del marco legal contra ciudadanos que no tienen nada que ver con lo sucedido”, explicó Daniel Regalado, presidente y representante legal de la Asociación Civil Venezuela en Ecuador AC, que cuenta en el país con 125.000 afiliados.

Regalado dijo que las redes sociales se han convertido en la plataforma de “duras reacciones contra ciudadanos venezolanos de bien” y en ese sentido señaló “que no se debe generalizar”.

Y en un comunicado emitido por su asociación condenó los hechos sucedidos.

Al mismo tiempo llamó a las fuerzas de seguridad a “controlar, ejecutar y promover la seguridad integral de la población sin distingo de nacionalidad”, especialmente de niños, niñas, personas mayores y con discapacidad.

Por su parte, Eduardo Febres Cordero, representante de la fundación Venezolanos en Ecuador, rechazó ayer en una concentración en Quito los últimos actos de violencia machista en Ecuador y aseguró que son hechos aislados y pidió que no se generalice y condene a sus compatriotas.

Entre los años 2014 y 2018 ingresaron a Ecuador más de 1,2 millones de venezolanos, de acuerdo con la Cancillería, que ha otorgado unas 97.000 visas a peticionarios de esa nacionalidad. 

no politizar. Los padres de la fallecida se negaron a dar declaraciones a los medios de prensa. 

Quien sí se manifestó fue su tío Mauricio Castro, quien pidió a nombre de la familia que no se politice la muerte de su sobrina.

Aunque los familiares desconocen desde cuándo mantenían la relación, supieron que hace una semana vivían juntos.

Los allegados se enteraron del crimen a través de llamadas. Ayer retiraron su cadáver de la morgue de Ibarra, mientras pedían que no se politice el tema. Por eso, Castro anunció que piden justicia  pero no participarán en ninguna de las marchas anunciadas como muestra de rechazo.

marcha en quito. En otra cara de la misma moneda, el repudio a  la violación colectiva de “Martha”, una mujer de 35 años en un bar de Quito, concentró ayer a cientos de personas vestidas de negro en la Tribuna de Los Shyris.

Mientras desde la tribuna gritaban consignas como “Señores jueces, señores fiscales, estamos alerta, nos deben respuestas” y “no más impunidad, no más injusticias, pedimos igualdad, queremos dignidad”, en la calle varios autos hacían sonar las bocinas en apoyo a la marcha.

Decenas de manifestantes se tomaron la avenida en sentido norte-sur y las decenas de policías presentes no emplearon ninguna medida de fuerza para evitarlo. Procedieron a hacer que los vehículos se desvíen.

Con el hashtag #TodosSomosMartha, ciudadanos de Guayaquil se autoconvocaron en redes sociales para realizar una marcha hoy en rechazo a la violación.