Cuenta la leyenda que posteriormente se formó un caserío con gente que llegaba de regiones no muy lejanas y que empezó a habitarla, formando una comunidad próspera y trabajadora.

Es un lugar tranquilo ubicado en el Valle del Chota, en el límite entre Imbabura y Carchi, donde los pobladores ofrecen los hobos y los productos elaborados en base a esta fruta en puestos ubicados en las veredas de sus casas. 

En la jurisdicción de la parroquia Ambuquí se encuentran comunidades como El Chota, Carpuela y el Juncal, de pobladores en su mayoría afrodescendientes; San Clemente, de gente mestiza; Peñaherrera, Chaupi Guaranguí, Apangora, Rancho Chico y San Francisco, de población preponderantemente indígena. 

En la cabecera parroquial conviven grupos mestizos, afros y muy pocos indígenas. 

 

Fiesta tradicional. Cada año, durante la primera quincena de marzo, Ambuquí celebra la tradicional Fiesta del Hobo, principal producto que, según los agricultores de la región, sólo se da en este sitio. 

Por motivo de la conmemoración, en la cual participan mestizos, indígenas y afrodescendientes, se llevan a cabo varias actividades que han adquirido el tinte de tradicionales, por más de 45 años. 

Un ejemplo de aquello son los juegos pirotécnicos que alumbran la fachada de piedra de la iglesia San Alfonso de Ambuquí, señala la nota.

 

Costumbres ancestrales.  Lo curioso de esta pequeña parroquia es que como cierta parte de sus habitantes es gente negra, sus costumbres ancestrales y su baile nos recuerdan a un pedacito de África en 

Ecuador.

En el baile de la bomba las personas afroecuatorianas bailan con una botella en su cabeza, blusas ceñidas al cuerpo, faldas largas anchas, y con su movimiento de cadera llaman la atención de muchos que las vean bailar.

Siempre la danza es acompañada de un grupo de bomba.  La Banda Mocha es una de las bandas más representativas del Valle. 

En el mes de agosto varios grupos de bomba se dan cita en el coliseo parroquial para amenizar la fiesta y la gente baila sin parar.

Es una costumbre que apenas lleva 3 años, la gente es muy gustosa de que se realicen este tipos de eventos, ya que mucha gente del valle se da cita en el sector y los pequeños comerciantes se 

favorecen con sus ganancias.