Que la situación socioeconómica de nuestro país es delicada y compleja, por muchos factores, es indudable. Los mayores nudos gordianos se han heredado de los diez          años del anterior régimen que denodadamente trataba de implantarnos un sistema “a lo cubano castrista”, donde no hay lugar a disentir, pero a la vez se creó una red de corrupción que terminó endeudando al Ecuador irresponsablemente, pues se requirió de grandes sumas de dinero que se entregaban, a través de ilícitos contratos, a los miembros de la pandilla con coimas increíbles que salieron a paraísos fiscales y que son capitales que tendrá que pagar el Estado, en perjuicio directo de todo el pueblo ecuatoriano.