La mayoría atribuye este problema a la crisis económica que atraviesa el país.

Daniel Laz lleva 37 años trabajando como comerciante en Calderón y desde el mes de julio atiende a sus clientes en la planta baja de la plaza comercial.

Él asegura que en los últimos meses las ventas han reducido considerablemente por dos aspectos. El primero por la falta de dinero y el segundo porque las verduras han subido de precio.

Yahaira Saltos mantiene la misma postura de Daniel.

Ella trabaja en “Arte Pan”, una panadería que está en la planta alta de la plaza.

Reconoce que las ventas en el centro de abastos están decayendo y eso ha sido motivo suficiente para que los propietarios de varios locales abandonen sus puestos. “No son constantes en el negocio”, dijo la mujer.

Yahaira señaló que meses atrás, sólo en los fines de semana, vendía hasta $ 600. Actualmente esa cifra se redujo a la mitad.

La comerciante indicó que son cerca de cinco locales los que han quedado abandonados.

Malos olores. Otro de los problemas que supuestamente enfrentan los comerciantes es que no los dejan almorzar en sus locales. Ellos aseguran que para alimentarse deben subir hasta el patio de comida. Yahaira, por ejemplo, comentó que cuando llega la hora de almuerzo debe turnarse con sus compañeras para no dejar el negocio abandonado.

Otra comerciante que prefirió omitir su nombre indicó que las personas se han alejado del mercado porque tienen una mala imagen del lugar porque en ocasiones los carros sifoneros limpian la poza séptica en horarios inadecuados. 

“El mal olor se encierra en el patio de comidas y eso hace que la gente se vaya a otro lado ”, citó la mujer.

Jorge Giler, administrador de mercados en Portoviejo, aseguró que los comerciantes tradicionales (venta de legumbres, pescados, carnes y otros) no han abandonado el centro de abastos, y que quienes sí lo han hecho son ciertos emprendedores del patio de comida.

El funcionario aseguró que cada semana recibe solicitudes de comerciantes que desean pertenecer a Plaza Calderón. 

Sobre la prohibición de que los comerciantes se alimenten en sus locales, Giler señaló que es opcional y que no hay sanciones. Lo que buscan es brindar una mejor imagen.

Virgilio Briones, gerente de Portomercados, dijo que la expectativa de la plaza es y seguirá siendo reactivar la zona y atraer clientes de todo el país. 

Previo a su inauguración, las autoridades anunciaron que preveían tener recaudaciones anuales por 300 mil dólares.

El centro de abastos se construyó con recursos de la reconstrucción por 7 millones de dólares.