La misma ley establece en el artículo # 2, literal b, que la remisión funciona cuando el contribuyente cumpla con el pago del cien por ciento (100%) del saldo del capital. Es lógico y normal que si motivan al deudor, el país se beneficia con la recuperación de dineros que sirvan para paliar la dura situación ilíquida del tesoro nacional y así cumplir  con obligaciones impostergables. 

En la sección cuarta, esta Ley reforma a la Ley Orgánica de Solidaridad y de corresponsabilidad Ciudadana para la Reconstrucción y Reactivación por el Terremoto del 16 de Abril del 2016, que devastó a Manabí y Esmeraldas. El artículo 38 habla genéricamente de las nuevas inversiones productivas (dígase compañías) que se ejecuten en los siguientes cinco años a partir de la vigencia de esta Ley, que estarán exoneradas del pago del impuesto a la renta hasta por 15 años, haciendo énfasis que si la inversión es del sector turístico se adicionarán 5 años más, poniendo como condición que el Comité de Política Tributaria determinará los límites  y condiciones para la aplicación de estos beneficios.

La ley apunta, al parecer, a atraer inversión extranjera, y si no se dan las condiciones como eliminar el impuesto a la salida de capitales, de crear confianza en lo jurisdiccional, estabilidad política, disminución de la burocracia, la eliminación de la presunta corrupción que se ha hecho metástasis piramidal en la función pública, la inversión de fuera se hará cuesta arriba. 

La Asamblea aprobó un proyecto de reformas que impulsan la creación de Polos de Desarrollo para incentivar actividades productivas, dinamizar la economía y generar empleo.

Esa Legislación invisibiliza a aquellas personas  que quieren realizar emprendimientos, que son cientos de miles con fantásticas ideas, pero sin dinero; que para empezar, el Estado les obliga a sacar permisos de funcionamiento, del Cuerpo de Bomberos, patentes, registros ambientales y sanitarios. La banca después de presentarles tantos papeles, les piden la cereza del pastel, un garante. En ese sector que generaría riqueza, trabajo, para sí y su familia, que produciría sin límites de tiempo, el legislador no se da cuenta está la verdadera generación productiva.