Actualizado hace: 938 días 7 horas
Gustavo José Albornoz Izaguirre
El populismo como forma de gobierno

Martes 20 Noviembre 2018 | 05:00

En las últimas décadas, dentro de la mayoría de la región hispanoamericana se denotan características similares entre los líderes políticos, en cuanto a sus discursos y formas de gobierno.

Venezuela, Ecuador, Bolivia, España, Argentina, entre otros, han sido víctimas de un sistema populista, el cual rige desde antes de la toma de poder del líder con esta errónea ideología. Por lo general son países que en su momento se encontraron carentes de abanderados que defendieran con temple y fundamentos una ideología diferente, o en cierto caso, sociedades ofuscadas por cierto sistema de gobierno, y es allí cuando aparece este portaestandarte de una “nueva y salvadora” idea llamada populismo, la cual en su principio se creía que tenía relación muy íntima solo con el socialismo y el comunismo, pero que a lo largo del tiempo ha demostrado que incluso los gobiernos de derecha han sabido utilizar estas bases para gobernar o llegar al poder.
El gobernante de forma inteligente inicia dividiendo a la población, haciendo alusión al conocido D?vide et mpera, de esta manera “el pueblo” se convierte en su mayor aliado victimizándose juntos, llenándose de odio en contra de las otras clases sociales, y culpando a los antiguos líderes de todos los problemas sociales, económicos, políticos y demás que puedan existir. Dándole así a las personas un propósito de lucha con el cual se puedan sentir identificados (lógicamente la ignorancia es lo que puede llevar a dicho pueblo a terminar apoyando esta ideología, o cierto interés de cualquier índole).
Los países que hemos vivido gobiernos populistas podemos encontrar las siguientes similitudes: el gasto corriente estatal que es excesivo, la intensa propaganda (la cual tiene la finalidad de una especie de lavado de cerebro para sus seguidores), culpar a EE.UU. de muchas de las desgracias que puedan ocurrirle a nuestro país o al cualquier otro, el bloqueo a la industria internacional con la imposición de altas medidas arancelarias, justificando que con ello se apoya a la industria nacional, (lo cual termina siendo una falacia total), acaban con el libre comercio, lo cual impide la inversión extranjera en nuestro territorio, etc. Dentro de estas y las demás situaciones que podríamos identificar, existe una que es la que más me indigna, y es cómo el poder ejecutivo atenta directamente a la división de poderes, convirtiéndose así en el poder principal del cual culminarán desprendiéndose el poder legislativo, el judicial y los 2 inventos de poderes estatales que tenemos, como el electoral y ciudadano, haciendo de ellos sucursales para la capitalización de sus propósitos.
Estos gobiernos acaban con un alto índice de deuda externa, desempleo, pobreza, dejando sumergida a la población en un caos y descontrol económico-social del cual toma años poder escapar. Dándole razón al silogismo del Argentino Mariano Grondona, que dice que “El populismo ama tanto a los pobres que los multiplica.”
 
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