Según el plan anual de inversiones de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), Guayas es la provincia donde se ha hecho más inversión, con $ 694’117.685.

Le sigue Pichincha con 686’726.528 dólares, mientras que en Manabí la inversión ha sido de $ 217’251.542 (ver cuadro).

De acuerdo al censo del 2010, Guayas es la provincia más poblada del país, con 3’645.483 habitantes; Pichincha cuenta con  2’576.287 habitantes; y Manabí tiene 1’369.780.

Los recursos asignados por el número de habitantes en las tres provincias reflejan que, en diez años, el Gobierno ha invertido 266,55 dólares por cada persona en la provincia de Pichincha. En Guayas ha sido de 190,40 dólares, y en Manabí la inversión por persona es de 158,60 dólares.

Es decir, la inversión en esta última provincia por cada ciudadano es de 107,95 dólares menos en comparación con Pichincha,  lo que representa una diferencia del 40 %. Un manabita también recibiría del Estado $ 31,80 menos que un ciudadano del Guayas en el rubro salud.

Hay que decir que en el cuadro de inversiones de la Senplades no constan los $ 150 millones que se invirtieron en la construcción del Hospital de Especialidades, que se consiguió tras un paro y que está abriendo sus puertas progresivamente en Portoviejo, al igual que los más de $ 40 millones de la repotenciación del hospital Verdi Cevallos de la misma ciudad.

Se entiende que cuando estas infraestructuras funcionen en su real capacidad estos valores se incluirán, aumentando el valor referencial de Manabí en cerca de 297 dólares, es decir, 30 dólares más por ciudadano manabita, frente a un pichinchano. 

Eso siempre que en Pichincha no existan obras aún no incluidas, como las citadas en Manabí. Se entiende que la reposición de infraestructura hospitalaria afectada el 16A en Chone y Bahía también afectará las cifras.

>proyectos. Por ahora, lo que sí consta son 25 proyectos, como el control de enfermedades crónicas no transmisibles; implementación de servicios de salud mental comunitaria y centros de recuperación de adicciones. También proyectos de infraestructura, equipamiento, mantenimiento, estudios y fiscalización en salud, entre otros.

Para el economista Boanerge Suárez, el sistema de salud es más eficiente en ciudades grandes donde se han construido hospitales de especialidades.

Sin embargo, asegura que  en las zonas rurales no se ha hecho la misma inversión y los centros de salud no cuentan con médicos suficientes.

El centro de salud “La Sequita” grafica esto. Fue construido hace más 30 años y desde entonces no ha sido mejorado. Allí, un odontólogo, un médico general y una enfermera atienden a los 3 mil habitantes de las comunidades La Sequita y Pepa de Huso de Montecristi.

Rosa Anchundia es de La Sequita y dice que se necesita un médico de planta y mejoramiento del área.

Aida Anchundia vive en Pepa de Huso y cuenta que, en caso de gravedad, se debe viajar hasta Manta.

Se solicitó una entrevista con el coordinador zonal de Salud, Freddy Saldarriaga, pero no se concretó.