Al menos 25 personas que se sintieron estafadas por los detectives presentaron la denuncia en la Policía.

Los agentes en coordinación con la Fiscalía iniciaron las investigaciones para dar con el paradero de  ellos.

Y fueron los agentes de la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) quienes tomaron el caso y siguieron los pasos de los investigados.

Javier Granda, jefe de la UIAD en Manabí, detalló que luego de hacer los trabajos de inteligencia se logró identificar a dos personas como los autores de las presuntas estafas.

El jefe policial señaló que en los anuncios ubicaban números de teléfono que estaban a nombres de una persona con discapacidad y otra ya fallecida.

Una vez que contactaban con sus clientes y llegaban a un acuerdo les pedían que depositaran el dinero a nombre de terceras personas para poder hacer el trabajo. Cuando recibían ese pago ya no volvían a tener contacto con los clientes, dijo el oficial.

Los perjudicados son de Portoviejo, Manta y Santo Domingo.

Los agentes de la UIAD llegaron a determinar que el centro de operación de los presuntos detectives estaba en la parroquia Pascuales, del cantón Guayaquil, desde donde planificaban, organizaban y ejecutaban los delitos.

Finalmente la madrugada del jueves, en Guayaquil, los uniformados lograron detener a los dos implicados, quienes fueron identificados como Miguel P., de 36 años de edad, que registra dos detenciones y cuatro procesos judiciales; y Blanca U, de 32 años, quien no registra antecedentes.

Como evidencia se decomisaron 5.200 dólares, un vehículo, cuatro celulares y una tableta.