A saber, en las carreteras estatales está la presencia de efectivos de la Comisión de Tránsito de Ecuador (CTE); dentro de las urbes, los agentes municipales de tránsito en los cantones donde existen; y la Policía Nacional de Tránsito donde no hay presencia de ninguna de las dos anteriores.

Aquello estaría presentándose como un impedimento para un eficiente control y entrega de responsabilidades directas sobre las rendiciones de cuentas en lo concerniente al desarrollo del tránsito en el país.

Más aún si se considera que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) interviene en la entrega de licencias de conducir y de cooperativas de transporte, entre otras.

En el caso del siniestro del vehículo procedente de Colombia se anota una probable falla de control de miembros de los tres organismos anotados, además de contradicciones entre lo reportado desde Colombia y lo dicho por la ANT sobre permisos de circulación del bus en Ecuador y la habilitación de los conductores para hacerlo.

Entonces, deberá establecerse una mecánica de mayor entendimiento, para que las supervisiones a imponer sean mejor coordinadas, en lo posible, ante la aparente inconveniencia de que sea una sola entidad la que se encargue de todo lo relacionado a la circulación vehicular, como lo era antes la Policía Nacional.