Con un rostro cansado, Aidé comentó que desde hace cuatro años viene padeciendo de una enfermedad que para ella “no tiene nombre”.

Aseguró que no recuerda el diagnóstico médico, pero lo cierto es que cuando se marea no puede mantenerse de pie.

Aidé indicó que favorablemente los síntomas aparecen solo una vez al año, pero cuando “la tumba”, no se puede levantar de la cama. 

Labor. Aidé es oriunda de la parroquia La Unión de Santa Ana y pese a esta enfermedad no se ha dado por vencida y sigue luchando por sus hijos.

Desde hace 30 años vende morcillas en las calles Sucre y Ángel Rafael Álava de Santa Ana.

A sus 66 años de edad se considera una mujer luchadora.

Recuerda que desde pequeña tuvo que trabajar en el campo al igual que un hombre.

En aquellos tiempos se levantaba en las madrugadas para preparar el desayuno y luego, junto a sus hermanos y su padre, salía al campo a labrar la tierra. 

“Esa costumbre de trabajar no se perdió nunca y por eso es que cuando me vine a Santa Ana desde La Unión con cinco hijos aún pequeños, tuve que salir a buscar el sustento Diario.  Acá en Santa Ana nacieron tres más y la carga se puso más dura”, dijo  Aidé. 

Al preguntarle por el padre de sus hijos, Aidé hizo una pausa y cambió el tema.

En cuanto al precio en que vende la morcilla, señaló que la gente compra de $1 hacia arriba la porción.

Esta trabajadora mujer comentó que de lunes a viernes se levanta a las tres de la mañana a preparar la morcilla.

Los sábados y domingos empieza a trabajar desde la medianoche porque la demanda es mayor.

Ella vive en la ciudadela Los Malvales y siempre regresa a su casa al mediodía a descansar. 

Dijo que pese a su enfermedad, seguirá trabajando por sus hijos.