Sin embargo, los problemas para dormir son muy comunes durante los primeros años de edad. Algunos inconvenientes para dormir son más comunes en ciertas etapas de desarrollo y pueden ser resultado de nuevos sucesos y cambios en la rutina diaria. A criterio de Sandra Fienco, pediatra, los niños pueden padecer el insomnio por dos causas: malos hábitos del sueño. El 70% de los bebés comienzan a dormir más de 4 horas seguidas a partir del tercer mes de vida y el 83% duerme 8 horas al cumplir 5 o 6 meses. Y además, 10% de los niños con un año de edad todavía no duerme la noche entera. En esos casos, los niños deben ser re-educados y estimulados para dormir. La rutina es valiosa Otra causa es la alteración de la rutina del bebé o motivos psicológicos provocados por un cambio de casa, el nacimiento de un hermanito, un viaje, o, en los bebés muy activos, cualquier nueva situación como aprender a caminar o a gatear le causará excitación y no conseguirá dormirse. Los bebés son sensibles y perceptivos y la falta de sueño es el primer síntoma de que algo distinto está sucediendo. Wendy Salvatierra tiene un bebe de siete meses. “Duerme toda la noche, gracias a Dios”, exclama. Para ella, el éxito depende en un 50% de los padres y en otro 50% del temperamento propio del bebe. “Nosotros tratamos de que lo rodee un ambiente muy tranquilo, y pareciera que él también es así. Después de comer y del baño, hacerle un masaje o cantarle, y acostarlo medio “borrachito” va a protestar, pero ahí es donde es el adulto el que toma la posta”, dice. Creando hábitos, siendo pacientes podrá encontrar la mejor manera de hacer dormir a su hijo. Los bebés generalmente duermen cuando se sienten cansados. Si tienen dificultad para relajarse y quedarse dormidos, o si llora un poco, pero se queda acostado en la cama, trate de hacer silencio o salga del cuarto sin hacer ruido. Pero si continua llorando, ayúdelo a dormirse. Sandra Fienco PEDIATRA “Al recordar que los han maltratado suelen tener pesadillas”.