Esto, porque el agua potable solo llega a la parte baja de este sector, que se empezó a poblar por el año de 1995, cuando la cooperativa Comercio comenzó a vender los terrenos.
Dolores Castro es la presidenta de esta ciudadela, quien llegó por el año 2000 convencida de que se iba a construir una urbanización, pero lo que en realidad quedó fue como lotización.
“Ahora es que ya hay todos los servicios básicos aquí. Antes no había”, comenta Castro, al recordar que la zona estaba cubierta de maleza.
Con el tiempo se construyó el paso lateral, facilitando el acceso de quienes llegaron a vivir a la zona.
La dirigente lamenta que parte de la tierra que sacaron para construir el paso lateral se dejó en estos terrenos.
El sector se fue poblando de a poco y las obras también fueron llegando, indica.
Pese a que existe el alcantarillado sanitario, el alcantarillado pluvial aún hace falta en la mitad de la ciudadela. Castro está optimista que pronto podría llegar esta obra junto con el asfaltado de las calles.
Mientras tanto, quienes viven en la zona alta de esta ciudadela esperan que se construya el sistema de agua potable para dejar las mangueras negras y contar con el líquido sin ningún problema. Luego, que se asfalten las calles.