“Latinoamérica en la piel” es el nombre de la coreografía.

Se trata de un viaje en el tiempo y con ello un homenaje al inmenso legado de los miles de hombres y de mujeres afrodescendientes que han contribuido con su espiritualidad, su creatividad y su talento al desarrollo de los pueblos costeros de los países antes mencionados, explicó Gabriela García Reyes, de la academia Ceibadanza e integrante del grupo de bailarines.

Este grupo fue parte de la agenda de la XIX edición del Festival Internacional Manta por la Danza.

Danzas afros y costeras.  En esta coreografía, la danza afroperuana estuvo representada por el coreógrafo Max Saldaña, quien lleva ya 25 años de trayectoria dedicado al folclore de pueblos ancestrales de Perú.

“La propuesta de esta coreografía es una proyección de las culturas costeñas de Colombia, Ecuador y Perú, pero nos concentramos solamente en culturas afrodescendientes de la Costa”, aseveró Saldaña. 

El show muestra los mejores pasos inspirados en los aportes artísticos y creativos de la comunidad afroperuana, que combina la danza con la música y literatura al ritmo del clásico  “Toro mata”, destacó el bailarín peruano.

Arrullo y currulao.  Dentro de la puesta en escena, Ecuador está representado con un arrullo esmeraldeño, que es un simbolismo de la muerte de los niños de esta región de Ecuador. 

Otro ritmo que se fusiona es el currulao, un género musical de hace muchos años propio de la frontera entre Ecuador y Colombia en el tiempo de la esclavitud, relató García.

“Es una  danza folclórica de la región del Pacífico, que tiene pocas variaciones entre las regiones de Ecuador y Colombia”, destacó. 

La obra dancística dura más de una hora y es dirigida y producida por Patricia Flores,  coreógrafa boliviana. 

La danza estuvo acompañada de música en vivo a cargo del grupo mantense Albatros.