He sido cirujano, director de hospitales, gerente de obras sociales en mi país (Argentina). Desde que fui a España (20 años) me he dedicado a la salud internacional, que es una especialidad que en América Latina no existe. 

Dentro de esa rama he sido consultor internacional del Ministerio de Sanidad, Consumo en España. Pasé al instituto de investigaciones Carlos III de Madrid, que tiene una fundación donde trabajé en cooperación internacional. Allí tuvimos actividades con América Latina y con algunos países del norte de África. Me tocó dirigir esos proyectos.

Estoy desde hace cuatro años, casualmente por estar en estas actividades, un día desde la embajada de Ecuador en Buenos Aires (Argentina) me convocaron para venir a trabajar a Ecuador y hacerme cargo de un hospital que para entonces era emblemático, que era el hospital de Galápagos. 

Luego me ofrecieron hacerme cargo de la coordinación nacional de los hospitales del IESS. Mi último cargo fue subdirector nacional de Garantía de la Calidad para las 102 unidades del IESS.

Yo he manejado ya hospitales de 600 camas. El hospital de Galápagos fue una situación muy puntual y un objetivo muy específico... Por otro lado, en los hospitales no son las camas lo que más importa, sino los procedimientos que se hacen.

En ninguna parte del mundo, ningún hospital resuelve todo por sí mismo. Por ejemplo, el Mount Sinaí (EE.UU), el 12 de Octubre de Madrid (España) y otros que conozco, no resuelven los problemas de salud de la comunidad por sí mismo, porque las necesidades de salud se han hecho cada vez mayores en la gente. La tecnología se ha hecho extremadamente compleja y los gastos en salud se han disparado.

Mi objetivo es brindar aquí toda la atención médica a futuro que hoy día no se está brindando acá, y que, por otro lado, en el propio país no son muchos los lugares que la pueden brindar. Esta es una necesidad sentida de toda la población y de la propia ministra de Salud, de poder llegar con este tipo de acciones a la gente que más lo necesita. 

Tenemos que trabajar en constelaciones de servicios. El hospital forma parte de esa constelación, más allá de las camas que tenga.

No podría resolver este hospital solo, todo lo que tiene que resolver, si no contara con toda la red de salud que tenemos conformada por el Ministerio de Salud y demás instituciones.

La red tiene que trabajar como un puño para conseguir que todas las unidades sean efectivas. Esta sincronización hay que asegurarla y es una de las tareas más importantes que me toca hacer a mí.