El anuncio del ministro de Comercio Exterior e Inversiones de Ecuador, Pablo Campana, que dice del interés presentado en el proyecto por firmas internacionales especializadas en la materia, hace resurgir las esperanzas de rescatar tamaña inversión del rubro de la feria de los recursos malgastados.

Si en verdad dentro del país y la provincia no hay un consenso en cuanto a la construcción de la -ahora rebautizada por el presidente Lenín Moreno- Refinería de Manabí, es prioritario para el Gobierno Nacional determinar el uso del extenso terreno destinado para la mencionada obra, escogiéndose, entonces, la continuación del proyecto, como pareciera lógico.

Entonces, es en estas condiciones que hay que esperar que los funcionarios nacionales, que en Viena (Austria) están asistiendo a la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), tengan la habilidad y destreza para convencer y atraer más a las compañías que mostraren curiosidad y deseos de participar en el proyecto.

Las condiciones del país no están solo para intentos, ni para discusiones banales; hay que asegurar que las misiones comerciales y empresariales logren su objetivo, que no es otro que asegurar la inversión que reimpulse las obras que serán su desarrollo.