Franklin Moreira, morador de este sector, dijo que los olores más fuertes son los de las 10h00 a las 12h00.
“Cuando el sol es intenso el olor es insoportable, aunque ahora hasta en la noche uno siente la pestilencia”, indicó.
Pedro Bazurto, habitante de la misma calle, manifestó que ya es hora que la laguna sea trasladada a otro lugar. “Fue una promesa del alcalde y no ha cumplido”, dijo.
Frank Mendoza, director de Operaciones y Mantenimiento de Portoaguas, detalló que los malos olores se deben a que el cambio climático no deja que se dé el proceso natural en las lagunas, que permite que las bacterias se reproduzcan.
Explicó que desde hace 10 días se están colocando microorganismos de biorremediación. El proyecto de una planta modular no avanza.