Eddy nació en el hospital Verdi Cevallos de Portoviejo; su madre Ángela Rosa Cabrera dijo que cuando vino al mundo lo recibió con la mayor felicidad, pero cuando se dio cuenta de que en cada mano y pie tenía un dedo de más, “se asustó y por poco lo suelta”. 

Luego los médicos le dijeron que se trataba de algo genético que no representaba riesgo para su salud.

De allí en adelante el trato para Eddy fue el mismo que para los demás infantes de su casa. 

No tenía privilegios sobre sus cinco hermanos; aunque claro que sus amigos de barriada lo miraban raro y se burlaban de él, pero “jamás le di importancia y todos se acostumbraron”, precisó.

En la adolescencia se hizo presente el mayor problema, ya que los zapatos no otorgaban la comodidad que él requería. 

Los zapatos eran finos y su extremidad sufría incomodidades; finalmente entendió que debía personalizar los zapatos para movilizarse sin malestar alguno. 

El calzado deportivo no le representa inconveniente.

En cambio, cuando debe asistir a un evento social y ponerse prendas casuales, llega el problema.

La talla 42 queda “embotellada” y causa dolor. Solo en esos instantes, según Eddy, reniega de su suerte. 

“Don 24” toma sus dedos de más como una dicha y bendición; jamás le ha dado crédito a la recomendación de sus amigos, quienes le sugieren que los elimine por medio de cirugías. 

En la actualidad Eddy Briones vive en el cantón El Empalme de la provincia del Guayas. Labora como ayudante de producción en una empresa de hidrocarburos.

Nació en Portoviejo y regresó a su ciudad de origen a visitar a un familiar que estaba enfermo.