Llegaste a este mundo. En general, fuiste educado-a y criado-a con amor. Otros, al parecer, no han tenido tanta suerte. Te enseñaron a cuidar tu cuerpo en el que, según como te ilustraron, moran muchas células o vive el espíritu de Dios o sea, tu cuerpo es un templo. Pero la sociedad te ha hecho creer que tu cuerpo es un local de diversión en el que hombres y mujeres se van a divertir, o es una “mercancía que si no se exhibe no se vende” como suelen decir algunas personas. 

La diversión y el placer son los mayores objetivos de los individuos, con quién, con qué y cómo, no importa porque al final, agua y jabón chiquito limpian todo…el cuerpo físico, quizá. Jamás limpiarás lo que queda en tu conciencia, en tu espíritu; en el registro llamado libro de vida que lleva el universo y del que nadie escapa, aunque creas que cuando mueras, acaba todo.

Y como hay que pagar deudas de vidas pasadas en esta vida o en las siguientes, es por eso que las personas nacen con estrellas o estrelladas, ricas o pobres, felices o con sufrimientos, con glorias o con penas, inteligentes o taradas…la ley universal tiene que cumplirse. El paso por cada vida en este plano terrenal -108 dicen los budistas- tiene que servir para aprender y ser mejor humano para ascender a los siguientes planos en busca de la divinidad. Lo contrario te lleva al polo opuesto, al lado oscuro…Cada vez que naces vienes sin recuerdos, cuerpo nuevo, hembra o varón. No hay intermedios en el universo. Eso solo existe en las personas que tienen deudas universales que saldar o que ahora se han dejado dominar por el placer.

Hace unos días vi a una jovencita -14 ó 15 años- junto a su madre entrando a un almacén. Su blusa no era mayor de 20 cm de ancho, el short que lucía de unos 15 cm, mostrando todos sus atributos femeninos, todos…y su madre sin inmutarse. Desde corta edad mostrando el cuerpo sin vergüenza alguna, porque también usan las redes sociales para desnudarse a fin de ser tomados-as en cuenta porque carecen de moral e inteligencia. Por aquello es urgente entender que tu cuerpo no es lugar ni local de diversión ni tiene que ser exhibido como mercancía.

“Yo visto a mi hija como me da la gana” me dijo una vez una madre de familia. Hoy es madre adolescente, sin estudios, sin conciencia de lo que hizo y hace porque varias parejas ha tenido. En el hogar no educa en estos temas y menos el sistema educativo. Hay libre acceso a la pornografía, a la música insultante, a las novelas narcos, al porte de drogas, a los abusos sexuales de curas, profesores, a la inmoralidad…mientras que las autoridades ocultan estos problemas.