Víctor Zárate, comandante del distrito Manta, dijo que Pilligua tenía la puerta del garaje abierta mientras conversaba con dos amigos y en ese instante apareció un taxi ejecutivo. Uno de los ocupantes bajó el vidrio de una de las ventanas y disparó contra Pilligua.

Luego de descargar al menos una docena de proyectiles, los ocupantes del automóvil huyeron del lugar, mientras Pilligua quedó tendido en el piso. 

Hasta el lugar llegaron paramédicos, quienes  solo pudieron comprobar su muerte, por lo que se encargaron de trasladar al hospital a los amigos de Pilligua, Víctor M. y José M., que resultaron heridos.

El cuerpo del asesinado fue cubierto con una manta, mientras su madre lloraba desconsolada a escasos dos metros. 

Miembros de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas y Desapariciones (Dinased)  apartaron a la mujer de la escena del crimen  e iniciaron su trabajo para recoger vestigios.

Los agentes hallaron 14 indicios, entre balas y casquillos, y cada uno fue marcado con un número. 

Después llegaron más familiares y todos se fundieron en un abrazo. 

Finalmente el cadáver fue trasladado al Centro Forense para la autopsia.  

El jefe de la Policía indicó que, según las investigaciones preliminares, los dos heridos, Víctor M. y José M., tienen antecedentes por robo y el fallecido Segundo Pilligua también registra antecedentes, pero no se informó el tipo de delito.

Además, en las investigaciones se determinó que la placa del carro en el que andaban los sicarios no corresponde a ningún vehículo regularizado, se dijo.

Por otro lado se conoció que  el asesinato habría quedado registrado en varias cámaras de seguridad privadas y en una de “ojos de águila” del sector, cuyo contenido es analizado para identificar y dar con el paradero de los asesinos.

Segundo Pilligua deja en la orfandad dos niños. 

Ni él ni los dos heridos viven en Manta, son de Guayaquil y habían llegado de visita, informó un familiar.

Cita con la muerte.  Al arquitecto Segundo Ávila lo citaron para matarlo.

El hecho ocurrió en la vía que da hacia Puerto Atún, en Jaramijó, a las 20h30,  anoche.

El coronel Víctor Zárate manifestó que el hombre fue asesinado dentro de un terreno donde solo hay levantado un cerramiento.

“Al parecer recibió una llamada telefónica y fue citado en el lugar con el pretexto de que querían contratarlo para una obra, pero era para matarlo”, dijo Zárate.  

Los asesinos de Ávila se dieron a la fuga. 

Fueron dos menores, un adolescente y un niño que acompañaban al arquitecto, quienes informaron a la Policía de lo sucedido.

La víctima y los menores se trasladaban en una camioneta.

Hasta la escena del crimen llegaron miembros de Criminalística de la Policía, quienes tomaron procedimiento y recogieron ocho indicios como casquillos y balas. 

Después el cuerpo  sin vida de Ávila fue trasladado hasta el Centro Forense de Manta  para realizarle la autopsia.

La Policía investiga el hecho y es probable que hoy se conozcan más detalles de este crimen.