El fiscal añadió que esta situación está afectando “la tranquilidad y el sosiego ciudadano de un país amigo y limítrofe como el Ecuador”, pues en la zona de frontera entre ambas naciones fueron asesinados tres trabajadores del diario El Comercio, asesinados cuatro infantes de marina y secuestrados dos civiles por ese grupo, autodenominado “Frente Oliver Sinisterra”.

 

Solidaridad y colaboración. Precisamente la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó ayer estos actos y ratificó su disponibilidad de brindar apoyo a ambos Gobiernos en las áreas que consideren necesarias.

El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó a través de su portavoz sus “condolencias a las familias de las víctimas y su simpatía y solidaridad con el Gobierno y el pueblo de Ecuador”.

“Estos actos destacan las amenazas que presentan los grupos criminales que operan en la frontera entre Ecuador y Colombia”, 

indicó el secretario general.

Otro organismo internacional que se solidarizó con Ecuador fue la Cumbre Judicial Iberoamericana (CJI).

El pronunciamiento, que se realizó por iniciativa de la delegación de Colombia, señala, además, que la CJI ratifica su compromiso para luchar contra la delincuencia, fortaleciendo la cooperación judicial con el objetivo de alcanzar una justicia oportuna y ágil, en el marco del respeto de los principios del debido proceso.

 

EE.UU. Estados Unidos en cambio, tras los últimos acontecimientos registrados en la frontera colombo-ecuatoriana, emitió una alerta nivel 4 para Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos. 

Con la alerta, ese país recomienda a sus ciudadanos no viajar a esas provincias fronterizas.

La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, reiteró ayer que el Gobierno desarrolla todas las acciones necesarias para combatir a las bandas criminales en el área de la frontera con Colombia, una zona que reconoció como permeable.

Vicuña recordó que el presidente Lenín Moreno solicitó la cooperación internacional de países como España, Estados Unidos, China y Francia en materia de tecnología para combatir a los miembros de los grupos armados.