Santiago Aguavil todavía recuerda cómo escuchaban a estas aves cantar y con eso sabían que alguien los llegaba a visitar. Ahora él es un poné tsáchila y cuenta que estos pájaros han desaparecido. 

Los pishis eran conocidos también como diostedé, y se caracterizaban por tener picos gruesos y de colores.

En el pasado, estos animales abundaban en tierra tsáchila y eran parte del convivir de los nativos, reseña diario La Hora.

Santiago Aguavil mostró en su vivienda, ubicada en la comuna El Poste,  un árbol donde –dijo- escuchaba a estas aves.

Explicó que este “pajarito” era como un tucán y que anunciaba que recibirían visitas. Pero enfatiza que el anuncio era cuando se trataba de personas buenas. 

Asimismo, tenían animales que les advertían de que se aproximaba gente mala. 

    

>CENTRO CULTURAL.  Santiago Aguavil fundó el centro cultural Mapia To, con el cual busca mostrar cómo son las costumbres de los tsáchilas, entre ellas la comida típica, la música, la vestimenta, los rituales tsáchilas, pero también la historia de los animales que han sido relevantes en su vida. 

Son varias las chozas en Mapia To. En una de ellas se encuentra una serpiente hecha piedra, y en otra, un pishi. Mientras lo sostenía explicaba que estas aves siempre andaban en manadas y que sus picos eran muy coloridos: “Daba gusto verlos y escucharlos”, manifestó. 

Él tiene uno que era de su padre, también un poné tsáchila, Alejandro Aguavil Oranzona. Lo conserva igual que otras reliquias. 

Además, tiene uno en su laboratorio, donde hace los rituales tsáchilas junto a otros elementos como cráneos de animales o serpientes disecadas, piedras y montes.   

 

>Costumbres. Además de la tala de árboles, que fue acabando con los bosques, Santiago comentó que había una creencia de que comer este u otros animales hacía vivir más años. Por eso la cacería se dio y estas aves desaparecieron. Aquello pasó en su niñez, y ahora conserva algo que para él es parte de la historia, de lo que fue la vida de los tsáchilas y su alrededor, pues los animales han formado parte fundamental del diario vivir e incluso de sus costumbres. 

 

>En Amazonía. En la selva amazónica también recuerdan a muchas aves que cantaban a su alrededor. Todos los pobladores amazónicos conocen a cada una de las aves por sus nombres y por sus coloridos plumajes y la forma de su pico. También  los que se pueden distinguir por sus huellas sobre la arena de las playas junto a los grandes ríos amazónicos.

Pero hay un pájaro, conocido como el chicua, que no siempre canta de la misma manera, por lo que la forma de cantar es para los habitantes amazónicos muy importante. 

Ellos señalan que cuando el pájaro chicua canta ”¡Ti-ti-ti-ti...! ¡Ti-ti-ti-ti...!” se alegran, porque les está avisando que algo bueno va a suceder. 

En las comunas campesinas de Manabí, por ejemplo, sus habitantes creen que cuando este animal canta cerca tendrán una visita. Esta es una creencia que se tiene desde antes de la conquista.