También disuaden a la ciudadanía a realizar comentarios negativos y ofensivos para la provincia y sus autoridades.
En dicho manifiesto, el prefecto expuso su malestar por inconvenientes en donde solo se refiere a vivienda; algunos alcaldes expresaron sus inquietudes por los retrasos de las obras, solicitando la reactivación económica de la provincia.
Es inaudito observar cómo en estos momentos las autoridades se llaman ellos mismo la atención por medio de una marcha, cuando tuvieron que pasar casi 2 años del terremoto para reaccionar. Dicho comité de reconstrucción y reactivación está integrado por el vicepresidente, ministros de estados, el prefecto de Manabí, alcalde de Portoviejo y Pedernales, debiendo en su momento oportuno levantar sus voces de protestas en cuanto a la conformación del comité y la manera burocrática de manejar los recursos económicos.
Pero, en la realidad, no ha sido práctico ni efectivo desde un inicio el trabajo para lo que fue creado dicho ente. Esto se evidencia en los resultados nefastos que se han venido dando durante este tiempo, donde no ha existido un real desarrollo por parte del comité y la secretaria técnica.
¿Dónde estaba el resto de alcaldes manabitas, para exigir al comité y a la secretaria lo que les correspondía para sus cantones y que recién ahora lo expresan a manera de “inquietud” en un comunicado de prensa?
Es incomprensible ver la pasividad, confort y miedo que hubo en las autoridades manabitas en su momento, donde no se hicieron escuchar y sentir a través de manifiestos y marchas ante el ex gobierno corrupto del presidente Correa.
Los recursos económicos, recibidos por donación y recaudación debieron ser cuidados y fiscalizados por el comité de reconstrucción y reactivación, para que no sean usados para otros fines como en su efecto pasó, debiendo transparentar las cuentas hasta el último centavo en su página www.reconstruyoecuador.gob.ec, así como también colocar la planificación y cronograma de trabajo, que no se encuentra detallada en la actualidad.
Dentro de los cantones abandonados a su suerte están: El Carmen, Pedernales, Bolívar y Sucre (Bahía), siendo este último cantón el más descuidado. En ninguno de los cantones observamos reconstrucción y reactivación en las áreas afectadas, corroborando lo expuesto anteriormente.
Las voces de protesta ante las autoridades regionales y nacionales por tantas anomalías y descuidos hacia los sectores más afectados son las mismas razones por las que el GPM realizará la marcha el 23 de Febrero, pero con la diferencia es que son ellos, las propias autoridades, gritándose consignas de lo que debieron haber cumplido.