La policía británica investiga una carta sospechosa que recibieron el pasado 12 de febrero el príncipe Enrique y su prometida, Meghan Markle, que contenía un polvo blanco y que, en un principio, se temió pudiera ser ántrax.
Los trabajadores del Palacio de Kensigton, donde reside la pareja, interceptaron el paquete que en su interior contenía esa sustancia blanquecina y se lo entregaron a la policía, según los medios.