Este fue el caso de Paola Vaca, quien junto a sus familiares llegó desde Quito para disfrutar la fiesta carnestolenda en la provincia.

“Llegamos hasta acá por dos razones, primero me gusta la playa de San Clemente y segundo porque tenemos más familiares en este cantón y así aprovechamos el viaje para visitarlos”, dijo Vaca, resaltando además que el día nublado no era motivo para quedarse en casa.

Las coloridas carpas playeras acogieron a amigos, parejas y familias completas que se disponían a celebrar el segundo día del feriado.

El portovejense Óscar Párraga aseguró que para él y su familia, visitar esta playa se ha convertido en una tradición.

“Ya tengo 40 años visitando este balneario, lo hago en cada carnaval pues tenemos una vivienda acá. Siempre llegamos con la familia, en especial los niños, ya que les gusta el mar”, dijo. 

 

Comercio. En el sector San Jacinto también se evidenció alta presencia de visitantes. 

Aquí se encuentra el hotel restaurante San Jacinto.Norma Fariño, propietaria del local, calificó como positivo este feriado “considerando que recién empieza”, pues mencionó que la venta de comida está en un cien por ciento y que la capacidad hotelera copada en un 80 %.

“Aún tenemos altas expectativas y a pesar de que ha llovido sabemos que el turista continuará llegando”, señaló. 

Al igual que Fariño, otros servidores turísticos calificaron este feriado como productivo en comparación con los del 2016 y 2017.

Desde Quito, Quevedo y Guayas han llegado en mayor cantidad los turistas, mencionaron. 

La parroquia Crucita de Portoviejo no se quedó atrás, pues en este balneario las nueve esculturas de arena que se expusieron en el sector La Boca, que se elaboraron el pasado sábado, fueron un imán para los curiosos. 

“Llegamos hasta acá atraídos por las hermosas esculturas de arena, es gratificante saber que hay personas que cuentan con este don para crear arte con este material natural”, fue la expresión de Piedad Zambrano, quien resaltó el entusiasmo y algarabía que se vive en estas fiestas. 

Quienes se dedican a la venta de las espumas de carnaval y otros artículos de playa dijeron estar pasando también por un buen momento.

Pero no para todos el plan perfecto fue playas, ya que en la calle Pablo Neruda, de la ciudadela San Cristóbal, decenas de familias colocaron sus piscinas armables y la diversión se apoderó de ellos. 

“Esta concentración la hacemos todos los años, preferimos quedarnos aquí y pasar en familia, todos aportamos”, señaló Janeth Mendoza.

 

Copadas. En Manta la lluvia que cayó de forma intermitente tampoco fue un obstáculo para visitar las playas. 

Miles de turistas que se han hospedado en hoteles de  la ciudad y los visitantes que llegaron ayer en buses y vehículos particulares de otros cantones y provincias, llenaron las playas urbanas y rurales. 

El Murciélago, San  Mateo y la playa de Tarqui tuvieron mucho público.  También las playas de Jaramijó fueron muy concurridas, especialmente el balneario Balsamaragua, lugar donde  se encendió la fiesta al pie de la playa.

Los comerciantes informales, a pesar de las lluvias, vendieron más que el sábado, primer día del feriado.  

Uno de ellos fue Rubén Intriago, quien espera que las ventas de hoy sean mejores. 

En el cantón Puerto López la afluencia de turismo fue alta, pues en este lugar el sol sí acompañó. 

Según Pedro Falconí, director municipal de Turismo, el 80 por ciento de la plaza hotelera está ocupado, lo que aporta a la economía del cantón. 

Pero para Moisés Izurieta, dueño de una cabaña ubicada en la playa, la actividad está “floja”, pues dijo que esperaba tener mejores ventas en su negocio. 

En Puerto Cayo de Jipijapa también se evidenció afluencia de turistas; aquí la totalidad de la plaza hotelera está ocupada. 

Francisco Parrales, propietario del hostal Los Frailes, señaló que su negocio tiene todas las habitaciones ocupadas.

 

Agua dulce. Manabí se caracteriza por ser una provincia completa. Así, no solo  las playas resaltan, pues los balnearios de agua dulce también son una alternativa para los visitantes.

En el caso de Chone, cientos de turistas acudieron para bañarse en los ríos que hay en la zona rural.

Melchor Zambrano Ferrín llegó desde Santo Domingo de los Tsáchilas a disfrutar de la fiesta de carnaval. Dijo que su lugar favorito desde hace años es el sector conocido como La Poza de la parroquia Canuto.

A su regreso comentó que ingresó a comer una tonga de gallina en Cabañas del Toto, que queda en la misma dirección, rutina que es tradicional porque prefiere junto con su familia los balnearios de agua dulce antes que ir a la playa. 

Raúl Rodríguez, propietario de Cabañas del Toto, manifestó que la presencia de turistas no fue ni buena ni mala, ya que el clima ha estado cálido a pesar de que a ratos la lluvia no ha dejado de caer.

En Paján los días lluviosos tampoco afectaron el carnaval. Balnearios de agua dulce y piscinas tuvieron la visita de personas que llegaron de distintos lugares del cantón y de fuera para disfrutar de este largo feriado.

Mientras que en Olmedo familias enteras también llegaron a las cascadas naturales de recintos rurales como Navas, La Canoa y El Empalme. 

 

Diversión. El entusiasmo continúa en los ciudadanos, pues hoy, a las 22h00, en Puerto Cayo se presentará la banda argentina Vilma Palma e Vampiros. Según Solanda Sáenz, directora de Turismo, esperan recibir a cerca de 20 mil personas. 

En el primer día de feriado el cantón Santa Ana inició su fiesta con el lanzamiento de la temporada turística 2018, acto desarrollado en la parroquia Honorato Vásquez. 

Los santanenses bailaron hasta el amanecer con la orquesta guayaquileña Amores del Río, que tocó temas de moda y algunos de antaño que emocionaron a los visitantes. 

 

Controles. Miembros de la Policía Nacional, Comisión de Tránsito del Ecuador, Fuerzas Armadas, Secretaría de Gestión de Riesgos, bomberos, entre otros, realizan operativos en vías, playas y ciudades. 

El jefe político de Olmedo, Reinaldo Obregón, dijo que los controles continuarán para dar seguridad a todos.