“Siembro todo el año, pero en invierno ahorro, ya que no riego mi cultivo, ojalá que las lluvias no sean tan intensas y que nos permitan producir bien”, expresó.

Antonio Sánchez también espera que las lluvias se precipiten, pues piensa sembrar arroz y tiene preparada una cuadra de terreno en el sector Río Grande.

El agricultor aspira a que el invierno sea normal y que le permita obtener una buena producción para que aparte de la venta, le quede para el consumo de su hogar.

 

Historia.  El investigador Fabián Zambrano señaló que el uso del suelo en la Costa ecuatoriana desde la década de 1970 se debía destinar al ciclo corto y de dos granos, que en esa época era el arroz y el maíz.

Zambrano indicó que esa ha sido la base de producción del país cuyo exceso se exporta, y ha habido un cambio ya que los agricultores producían para su uso y el excedente para vender.

En la actualidad solo se produce para vender y esto ha afectado el suelo, ya que disminuye el abastecimiento alimentario familiar y local, y eso a la postre vino a afectar la economía, porque el agricultor ahora compra esta clase de granos, manifestó Zambrano.

“No se está planificando la forma de cultivar, solo se piensa en generar una producción que permita vender, y se ha dejado de lado el trato de la semilla porque ahora hasta se la compra para sembrarla, y ya el campesino no le da el proceso que hacían los mayores”, señaló.