Así lo dio a conocer Janeth Solórzano, vicepresidenta de los comerciantes del antiguo mercado municipal, quien explicó que buscan tener un mejor espacio para su negocio, antes de que llegue el invierno, ya que les será difícil trabajar bajo la lluvia. 

“Tengo mi negocio de frutas en la zona cero, luego con el terremoto nos pasamos a San Bartolo, y vimos que no se vendía, por lo que decidimos ubicarnos alrededor de donde funcionaba el antiguo mercado”, comentó Cruz Vera.

 

Alternativa. Detalló que, al no existir una reubicación integral, no les quedó otra alternativa que irse al centro para obtener algo de ganancias.

El comerciante aseguró que en San Bartolo solo vendía $ 8, mientras que en el centro $ 30 diarios. 

Otros expendedores han ubicado puestos provisionales de madera para que sus productos estén seguros, tal es el caso de Gema Marcillo, quien relató que tuvo que hacer una tienda ya que le robaron algunas veces. 

“Anteriormente le ayudaba a mi tío a vender en el mercado y toda la vida me ha gustado trabajar, y para no quedarme de brazos cruzados quise expender abarrotes y construí este quiosco de madera, para mantenerlos seguros”, recalcó. 

El director de Planificación, Gregorio Montes, manifestó que ya fue presentado el proyecto del nuevo mercado por parte de la consultoría, pero se hicieron revisiones de los estudios, presupuesto y reajustes. 

Según el funcionario, estiman la próxima semana contar con el proyecto definitivo del mercado, para que se proceda a su construcción una vez que se obtenga el financiamiento. 

Destacó que en días anteriores mantuvieron una reunión con los vendedores informales, que están en la zona cero, con la finalidad de buscar un acuerdo para que ellos puedan ubicarse en el mercado provisional de San Bartolo.

“Les propusimos ampliar el área de San Bartolo, ya que sí hay espacio y se podía adaptar una nueva área, pero ellos no desean salir de allí”, dijo.