Ayer José Herrera, subsecretario del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, quien informó sobre la implosión, se reunió con el alcalde de Sucre, Manuel Gilces, autoridades y gremios del cantón para informar detalles de la implosión controlada que estará a cargo de la española Tragsa.

Esta compañía fue la que implosionó los edificios del centro comercial municipal, Centro Médico del Pacífico y Álava de Portoviejo, el año pasado, colocando explosivos en puntos determinados para dirigir la caída de las edificaciones, de manera que no hubiera afectaciones vecinas.

Con las autoridades y la contratista se empezará a trabajar en el plan de contingencia para brindar seguridad a la población durante la implosión, las calles que serán cerradas, el personal que participará y otros detalles, al igual que se hizo en la capital manabita, dijo Herrera.

Aclaró que luego del Almirante no hay más edificios por demoler en Bahía de Caráquez, ya que en el caso del edificio Nautilius los propietarios llegaron a un acuerdo con el municipio, tras la presentación de estudios de ingeniería, para que sea reconstruido.

Costos. Herrera dijo que derribar el edificio por implosión permitirá ahorrar hasta un 30% en los costos. 

El valor del contrato, incluido el desalojo de escombros, es de 240.819 dólares, sin IVA. “En 3 días se desalojarán los escombros, será un proceso rápido”.

Explicó que en el caso de las demoliciones de los 3 edificios de Portoviejo, el costo manejado por metro cuadrado de implosión y desalojo fue de 182,95 dólares cada uno.

En el caso de El Almirante, se ha presupuestado el metro cuadrado en 141,66 dólares, evidenciando un ahorro de 41,29 dólares por metro cuadrado, lo que equivale al 23% menos frente a lo contratado anteriormente, sin considerar el 5% de la fiscalización que no se requerirá.

La implosión de los 3 edificios de Portoviejo costó 850.000 dólares de los recursos de la reconstrucción, contratados por la gerencia de la Reconstrucción del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.