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Colegios
Colegios nocturnos están en análisis

Con tres meses de edad Jared Moreira acude al colegio nocturno Olga Vallejo, de Portoviejo. Lo hace en los brazos de su madre.

Domingo 19 Noviembre 2017 | 04:00

 El bebé pasa casi toda la noche durmiendo y tiene varias “madrinas y padrinos” que se turnan para atenderlo, pero más para darle cariño.

Su mamá, Liliana Arteaga, realiza varias actividades durante el día y en la noche aprovecha para continuar sus estudios secundarios en la unidad educativa Olga Vallejo, donde encontró la oportunidad que buscaba. 
Si no pasa nada, a principios del próximo año será bachiller.
El caso de Angie Mero es similar. Ella vive en la parroquia Andrés de Vera, estudiaba en la sección diurna del colegio Olmedo, pero ahora con un bebé y comprometida, la situación cambió. Entonces, en el día se dedica a la casa y en la noche pasó a estudiar a la sección nocturna de su colegio, donde aspira a convertirse en una flamante bachiller para luego estudiar en la universidad, posiblemente, medicina o docencia.
Ambas estudiantes indicaron que si no fuera por esta opción de estudiar en la noche sus carreras educativas habrían terminado porque entre estudiar y atender a sus hijos, hubieran optado por lo segundo.
 
Gran aliado. La educación nocturna se convirtió desde la década de 1960 en la mejor aliada de miles de personas que trabajaban durante el día y no tenían posibilidades de estudiar. 
“Trabajaban o estudiaban” era la consigna de aquellos tiempos. Entonces, cuando se habilitó esta posibilidad muchos jóvenes y adultos, algunos hasta de la tercera edad, llenaron las aulas de los nocturnos con la intención de obtener su título, señala Ascanio Cedeño, quien durante 30 años fue docente del colegio Olga Vallejo, creado en el año 1966 para atender esta demanda.
Cedeño recuerda que este tradicional plantel acogía a gran cantidad de estudiantes, de hecho llegó a tener hasta 1.300 alumnos en todos sus cursos, sobre todo porque otorgaba el título de bachiller contador, que es algo así como ser un CPA (Contador Público Autorizado), que se conseguía en las universidades.
Mencionó que el Olga Vallejo, que nació en 1966 como particular, recibió a alumnos con grandes necesidades, mayores de edad, padres de familia o empleados públicos que requerían tener un título de bachiller para mantenerse en sus cargos.
Muchos de ellos luego se convirtieron en profesionales, recuerda el docente, y menciona una extensa lista que su memoria aún guarda.
“Ahí está Nilton Díaz (economista), Emil Guerrero Álava (abogado) y muchos más que luego fueron jueces, funcionarios o empresarios”, señala.
Él defiende la calidad de la educación nocturna, y aseguró que el que estudiaba en la noche era porque en verdad quería estudiar.
Con él concuerda Roberto González, quien durante 40 años fue docente nocturno.
Dice que los estudiantes del colegio Olga Vallejo gozan de prestigio por la calidad de la educación, al punto que quienes fueron a centros politécnicos ingresaban sin problemas. 
 
>Sin luz. Recuerda que cuando por una u otra causa se interrumpía la electricidad y quedaban a oscuras, los alumnos eran devueltos a sus casas, pero si en el trayecto la energía regresaba entonces volvían y exigían que les dieran clases.
Sin embargo, de todo su buen momento, la educación secundaria nocturna ahora se reduce; de hecho ya varios colegios solo tienen alumnos en el tercero de bachillerato, esperando graduarlos para cerrar la romántica sección nocturna.
En el colegio Olmedo, su rectora, Margarita Moreira, señaló que los 72 alumnos del año lectivo 2017-2018 son los últimos que se graduarán en el histórico plantel. 
Señaló que las nuevas condiciones educativas del país han llevado a una nueva organización desde el Ministerio de Educación y eso ha incidido en que los planteles se potencien de acuerdo a la dinámica actual.
Indicó que ahora la Unidad Educativa Olmedo tiene desde inicial 1 hasta tercero de bachillerato; es decir, 15 niveles educativos que cuentan con gran demanda.
Lo mismo sucederá en otros planteles. 
Actualmente Manabí cuenta con 43 unidades educativas que ofertan clases nocturnas. Los docentes señalan que saben de manera no oficial que varios ya no seguirán en esa modalidad el próximo año lectivo. Sin embargo, señalan que oficialmente no les han informado nada, aunque están confiados en que serán reubicados en otros colegios en las secciones diurnas
 
>Necesarios. Roberto González, rector del colegio Olga Vallejo durante 25 años, cree que la educación nocturna no debe morir. 
Puso como ejemplo que ya en su momento se dijo que se había erradicado el analfabetismo, pero luego se conoció que había 300.000 ecuatorianos analfabetos, entonces tuvieron que volver con el programa, por eso dijo no hay que eliminar la educación en la noche, ya que, además, recordó que quienes acuden a este horario son personas de escasos recursos económicos, que quieren estudiar. 
Reconoció que ya los nuevos tiempos y nuevos programas han incidido en que la demanda disminuya. Por eso sugiere que, en el caso de Portoviejo, se refuercen dos planteles para que sigan acogiendo a estudiantes en estos programas educativos.
 
>Autoridad. De su parte la coordinadora zonal de Educación, Beatriz Santos, dijo que aún no se ha tomado la decisión de reducir unidades educativas y que eso depende de una planificación en la que se revisa el reordenamiento de la oferta educativa. 
Recordó que hay una baja de la demanda estudiantil, “ya que el gobierno ha ofrecido mejores alternativas en educación regular y en horarios convencionales”,  dijo.
Agregó que existen instituciones en las que se cuenta solo con 3 a 5 estudiantes. Por esta razón se han repotenciado los colegios netamente nocturnos, ofreciendo mejores servicios para la ciudadanía, aseveró.
Sobre el tema de los docentes, reiteró que todo está en estudio y señaló que cuando se realiza una fusión los profesores pasan a otras modalidades de atención (diurna o vespertina) y los alumnos son trasladados a instituciones educativas de jornadas nocturnas que han sido repotenciadas.
“Vale destacar que se ha incrementado la oferta y demanda del Bachillerato Intensivo (2 años en 1), haciendo que la ciudadanía opte más por esta modalidad”, explicó.
 
>A clases. En la Unidad  Educativa Olga Vallejo las actividades son normales, su rector Luis Dakar Ocaña señala que este plantel fue creado como nocturno; entonces considera que lo más probable es que las clases sigan el próximo año.
Dijo que efectivamente la demanda de clases en las noches ha presentado una disminución gradual, al punto que ahora tienen 183 estudiantes, de los cuales 32 son de tercero de bachillerato, y ya se van graduar. En este plantel, contrario a otros, sí mantienen actividades en cursos inferiores.
Dijo que varias causas inciden para que la cantidad de alumnos disminuya en esta sección: una es que ya muchos aspirantes alcanzaron el título de bachiller, por lo que la población es menor.
La segunda causa es que actualmente existe la opción de un bachillerato básico intensivo, el cual consiste en que los estudiantes hacen tres años lectivos en 15 meses. Eso, dice, ha causado que ya muchos no opten por estudiar en el sistema convencional, aunque aclaró que para optar por el “3x1” deben cumplir con varios requisitos, uno de esos es haber dejado de estudiar los últimos tres años, explicó.
En todo caso, dijo, que en las aulas hay personas que son expertas en sus áreas, pero que requieren un título, también hay quienes buscan conseguir una carrera universitaria, pero antes deben obtener su título de bachiller para matricularse. 
Considera que la educación nocturna ayuda a quienes aspiran a seguir adelante en la vida.
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