Los agentes en su reporte indican que a un hombre que hacía labores de agricultura en una propiedad privada, en la vía La Bramadora–El Paraíso-La 14, le llamó la atención unas aves de rapiña que devoraban un cuerpo.
Llamado por la curiosidad y guiado por el mal olor, el hombre se acercó al sitio para ver lo que ocurría.
El agricultor se llevó una desagradable sorpresa al ver que las osamentas al parecer eran de una persona, por lo que dio aviso a las autoridades.
Al sitio llegaron los agentes para constatar la información, y notaron que la piel y carne de los huesos presentaban un alto grado de descomposición y estaban debajo de las ramas de un árbol, informaron.
La Policía acordonó el lugar y revisó por varias horas los alrededores en busca de más pistas que aporten a la investigación.
DESAPARECIDO. Desde el pasado 9 de octubre sus familiares buscan desesperadamente a Miguel Ángel Jiménez Saltos, de 11 años de edad.
Ellos comentaron que junto a las osamentas encontradas había también partes de una prenda de vestir similares a la que cargaba el niño desaparecido, y un par de zapatos de lona color negro, por lo que acudieron a la Policía para conocer si se trataba de su familiar.
Agentes de la Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) y de Criminalística de la Policía realizaron el levantamiento de las partes del cadáver y las trasladaron al centro forense de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas para que sean analizadas.
Se busca determinar la identidad de la víctima y la forma en la que se suscitó la muerte, se explicó.
Byron Jiménez, padre del niño desaparecido, manifestó que esperarán el pronunciamiento de las autoridades, para confirmar si la osamenta hallada pertenece a su hijo o no.