Los chinos se han empoderado de todo,  son los grandes contratistas de las mega-obras que se realizan en el Ecuador; como escuelas, puentes, carreteras, refinerías, centrales eléctricas, mega edificios, etc. etc…. En toda obra y por todos lados están los chinos y nosotros, subcontratados por ellos como mano de obra o servicios; o sea, nosotros profesionales, empresarios, magíster y todo lo demás, siendo ecuatorianos sólo nos dejan la subcontratación.

Es decir, los chinos se alzan con el santo y la limosna, ¿por qué? Fácil, nos prestan la plata por la cual nos cobran intereses, nos piden garantías que son por demás exageradas; con la misma plata que nos prestan se los contrata para que hagan las obras; y, claro, se llevan la ganancia que se obtiene en la obra. O sea, se llevan la misma plata que nos prestaron y con utilidades. Pero dirán Uds. que nos quedan las obras. Pero ¿y qué? ¿Acaso nosotros no podíamos hacer esas obras? ¿Los chinos saben más de cómo hacer una obra en Ecuador? 

Nos vendieron la idea, con la que  han engañado al pueblo (y permítanme excluirme porque a mí nunca me engañaron), que el capitalismo, que los Estados Unidos, que los gringos, todo eso era malo para el Ecuador. Que nosotros somos dignos y que no debíamos pedir limosnas a los gringos, a los países capitalistas porque nos estábamos vendiendo. 

Yo me pregunto ¿hay alguna diferencia entre prestarle a EE.UU o prestarle a China? Tal ves por sus características físicas será, porque los unos son ojos azules y los otros son ojos rasgados. En lo demás es lo mismo, estamos prendados por muchísimas generaciones a las grandes potencias mundiales.

Nadie puede negar que esas grandes potencias mundiales siempre estarán allí esperando absorber nuestra riqueza. Y mientras se manejen los conceptos de capitalismo y socialismo, cada gobernante, dependiendo de la línea que maneje o el discurso que dicte, dirán que mejor es lo uno que lo otro.

Pero esto más allá de conceptos, no es más que el vicio verbal que impide ser objetivo y realizar las cosas en función de nuestra realidad y de nuestra riqueza. Basta ya de que nos hagan creer que el socialismo y el capitalismo son los culpables de las crisis; los únicos culpables son los gobernantes extremistas que se burlaron de la buena fe del pueblo para que crean lo que a ellos les convenía para enriquecerse.

Porque, sin temor a equivocarme, en todas las líneas políticas se han beneficiado económicamente; porque, en su esencia, son las personas y no las instituciones ni las ideologías los culpables de las malas prácticas políticas que han llevado a la crisis a nuestro país.

Y por si acaso, no tengo nada contra los chinos; pero no permitamos que el fruto de nuestro trabajo se vaya todo a China.