Estos nombres son los de mayor demanda desde el año 1900, según refleja el visualizador de nombres y apellidos del Instituto Na­cional de Estadística y Cen­sos (INEC). 

HISTORIAS. María Ol­guita Cedeño Cano forma parte de esta estadística, quien asegura que no es la única en su familia que lle­va este nombre. 

Su hermana tiene el nom­bre de María Ignacia, una de sus sobrinas María Vic­toria y su nieta Sara María. “A mi nieta le pusieron por mi nombre, para que cuan­do yo me muera quede una María”, comentó Olguita. 

Pero a Olguita no se le es­capó el nombre de José, pues a uno de sus hijos le puso así y lo acopló con el de Alexander. 

Gema María Mindiola An­chundia es nuera de Ol­guita, y es una de las pri­vilegiadas porque sus dos nombres son los primeros que aparecen en la lista de más “famosos” en los últimos 26 años, según el INEC. 

Ella indica que también tie­ne tres niñas, pero decidió no ponerles sus nombres justamente por la alta de­manda. 

De acuerdo al INEC, al nombre de María le siguen el de Gema, Ana, Génesis, Diana, Karen Andrea, Éri­ka, Jennifer y Carmen, en los últimos 26 años. 

Mientras que al de José le siguen Luis, Carlos, Juan, Ángel, Jonathan, Cristhian, Jorge, Jean y Anthony. 

NUEVOS. Desde los ins­critos desde el 2010, María sigue en el primer puesto, pero la lista ha variado por nombres más “modernos” como Ashley, Danna, Emi­ly, Brithany, Mía, Scarleth, Kiara o Karla. 

Mientras que en la lista de los hombres también aparecen nuevos nombres como Jesús, Dylan, Maykel y Thiago. 

Priscila Mendoza tuvo a su niño hace tres años, a quien decidió ponerle el nombre de Thiago. 

Esto, porque en alguna ocasión mientras obser­vaba un partido de fútbol, escuchó el nombre de un jugador español. “Me gustó el nombre, por eso decidí ponerle así a mi hijo, pero jamás pensé que el nombre se iba a hacer famoso”, co­menta entre risas. 

ESPECIALISTA. Para el sociólogo Carlos Alberto Zambrano, todo funciona según las épocas en las cuales la influencia religio­sa siempre está presente, por ese motivo los nom­bres de María y José apare­cen como los más tradicio­nales. 

“De repente una persona adquirió preponderancia en un momento determina­do y le pusieron el nombre a esa persona, por ejemplo 

 John, generalmente todos los que nacieron con lo de John F. Kennedy”, explicó el sociólogo. 

Zambrano agregó que en ciertos casos muchas per­sonas buscan los nombres de personajes que son refe­rentes en cierta época. 

“No es tan solo porque sean extranjeros. Un fut­bolista que de repente fue famoso”, señaló. 

Afirmó que lo primero que cuenta es el tema religio­so, pues muchas personas han sacado los nombres de la Biblia, lo otro es que en un momento determina­do una persona adquiriró relevancia y sus nombres empiezan a ser usados, y lo último es por herencia de los nombres. 

Solo en el 2016 se re­gistraron 2.736 “Ma­ría” en Ecuador, con una caída paulatina desde 1998, año en el que se registraron 10.649 niñas con ese nombre. 

A nivel nacional, des­de 1970 hasta la fecha existen 504.201 “Ma­ría” inscritas. 

En el país, desde la misma fecha, hay 23.976 Dylan inscri­tos a nivel nacional y 296.101 “José”. 

En el caso de los ape­llidos, los Zambrano continúan liderando el ranking en Ecuador con un total de 219.407 inscritos entre 1800 y 2016. Su ascenso se inició en el año 1908 y las provincias con las tasas más altas de ins­critos con este apelli­do, respecto a su to­tal, son Manabí y Santo Domingo de los Tsá­chilas.