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Doble femicidio
Celsa vive su dolor en soledad

Luego de tres semanas de haber perdido a sus dos hijas, asesinadas, Celsa Oleas cierra los ojos y se imagina que todo es una pesadilla.

Lunes 21 Agosto 2017 | 04:00

 Pero cuando abre los ojos regresa a la realidad, siente un dolor en el alma del cual no puede despojarse por más que intenta mantener la mente ocupada en los quehaceres domésticos. Se sienta sobre unas tablas de madera en el portal de su casa y asegura que siente un vacío en el pecho.

En medio de la soledad comienza a llorar, entonces solo quisiera regresar el tiempo para abrazar a sus dos hijas que están sepultadas en el cementerio de Jujan (Guayas).
 
¿Qué recuerda de sus hijas?
Todas las mañanas desayunábamos juntas. Ellas preparaban patacón con pescado frito y ensalada, o también queso con pan tostado, y me invitaban a la mesa. Ahí conversábamos de todo un poco, nos reíamos, y ahora se fueron dejándome sola. 
Ivonne tenía 20 años y Elsa 30. La menor vivía conmigo y la otra, al lado de mi casa.
¿Cómo está tratando de superar este dolor? 
Es muy difícil superar la muerte de un hijo. En mi caso son dos las que se me fueron, después de una tragedia que me destrozó el corazón.  Ahora solo hay silencio y dolor, porque ya no puedo tocarlas ni escuchar sus carcajadas.
 
¿Qué hace en el día?
Reviso la habitación de mi hija Ivonne Borbor y, al ver su ropita, se me salen las lágrimas de tristeza. 
También voy a la casa donde vivía mi hija Elsa Palma, que está a pocos metros y siento una inmensa soledad por su inesperada partida. 
 
¿Usted las vio morir?
El asesino, que es mi yerno,  ese día estaba bebiendo licor. Primero quiso agredir a mis dos hijas con un machete, pero como no pudo, consiguió un revólver que alguien le prestó a cambio de 20 dólares.
El criminal tomó el arma con las dos manos y le descargó cuatro balazos a mi hija Ivonne, quien le gritaba que no la matara.
La última bala que quedó en ese revólver se la descargó a mi hija Elsa, quien tenía ocho meses de gestación. Ella recibió un disparo en el tórax y comenzó a pedir que la sentaran porque se ahogaba, pedía que no la dejaran morir. Elsa fue llevada a un hospital de Babahoyo (Los Ríos), donde luego dejó de existir.
Yo le dije: Desgraciado, por qué mataste a mis hijas. Me le fui encima y lo agarré de la camisa, pero se me fue.
 
¿Qué le pide a la Policía?
Pido al Ministerio del Interior que el asesino esté en la lista de los más buscados del país. 
 
¿Cuántas hijas tiene?
Yo tenía cinco hijas, pero a la cuenta me quedaron solo dos, porque dos fallecieron y otra, que es esposa de la persona que cometió el doble crimen, se mudó a otra ciudad llevándose todas sus cosas el día de la tragedia. 
No estuvo por ayudar con nada, porque parecía que no le importaba lo que estaba sucediendo.
 
¿Ya ha ido al cementerio?
Sí. Voy los domingos a visitar la tumba donde reposan los cadáveres de mis hijas y el de mi nieta que estaba por nacer. Les llevo unos ramos de flores a cada una.
 
¿Quedaron endeudados?
Tenemos una deuda de 1.600 dólares. Se adquirieron dos bóvedas en 400 dólares cada una. No sabemos cómo vamos a cubrir esos gastos porque somos de escasos recursos. Si alguien me puede ayudar, llamar al 09-9230-8077.
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