Actualizado hace: 938 días 15 horas 34 minutos
Quedó ‘molida’ debajo de una camioneta

Hay noches en las que Jenniffer Guillén Menéndez se despierta gritando de dolor y pidiendo morir. Su madre llora de sólo recordar.

Viernes 18 Agosto 2017 | 03:00

El 30 de octubre del 2016 Jennifer regresaba con su familia de Crucita.

Lo único que recuerda es que hubo algo “como una explosión” y que ella estaba debajo de una camioneta, cerca de la llanta, bañada en sangre y con la piel que se le quemaba. 
 
Dolor. A los 27 días de ese hecho, Jennifer despertó en un hospital de Guayaquil preguntando por su bebé, aquel bebé que había aparecido en sus sueños, mientras ella estaba en coma y el que la hizo despertar, pero que en la vida real no existía. 
Allí empezó lo más duro.Los médicos le explicaron que sufrió múltiples fracturas en la pelvis, tibia y tobillo izquierdo. El fémur se le fracturó en varios lugares, al igual que sus piernas, el brazo derecho y la columna. Prácticamente quedó “molida” en el accidente de tránsito que sufrió. 
Al mes de estar en el hospital ya no quería comer. Las seguidas operaciones: once en total, la agotaban física y mentalmente.
Ella era una mujer activa, enfermera en clínicas prestigiosas de Portoviejo y madre de una niña de dos años, con quien acostumbraba a jugar y salir a distraerse. 
Su alegría y belleza contagiaban a los demás. Ahora ya no camina. 
Su madre Ángela Menéndez es quien la baña, le cambia la ropa, el pañal... 
A sus 26 años de edad Jennifer ha vuelto a ser una niña.
Para quien estuvo acostumbrada a trabajar y depender de sí misma, estar postrada en una cama no es fácil, sin embargo, cuando se es madre hay que sacar fuerzas para seguir luchando, señala. 
Jenniffer tuvo que abandonar su casa, pues a su madre se le dificultaba llegar a la suya para cuidarla. 
De lunes a viernes es transportada a un centro de rehabilitación. Ella tiene la esperanza de que un día pueda levantarse y llevar a su hija de la mano. Asegura que es por ella por quien aún sigue luchando.
Sobre el accidente de tránsito que la dejó imposibilitada de caminar prefiere no hablar mucho. 
Era un familiar quien conducía el carro que en el sitio Cerecito del cantón Rocafuerte chocó con una camioneta.
En ese mismo accidente su madre se lesionó el brazo y ya no resiste agarrar cosas fuertes, a otra pariente le amputaron un brazo, mientras que a su niña de dos años le quedaron las marcas de los cortes en su cuerpo. 
En Ecuador cada cuatro horas hay una víctima de accidentes.
La tasa de víctimas mortales en el 2016 fue de 17,51 cada 100 mil habitantes.
 
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