“Pepe”, como le dicen sus amigos, se estrelló contra un bus que se encontraba estacionado sin luces en la vía a Charapotó.

Tuvo fracturas en ambas piernas, así como en sus brazos.

Para la superación del problema fueron necesarias varias cirugías y la aplicación de clavos y tutores quirúrgicos. 

Eduardo Zambrano también sufrió un accidente de tránsito y un clavo en su fémur ayudó a su recuperación. “Lo tuve un año y me ayudó a la recuperación de la fractura”, dijo.

Utilización. Ernesto Toaquiza, traumatólogo del hospital Verdi Cevallos Balda, expresó que el objetivo de un tutor es inmovilizar la fractura, además de reducirla, y se la mantiene en estado anatómico.

“El paciente puede caminar con el dispositivo, se lo mantiene un mes después del proceso inflamatorio y luego le realizamos la cirugía definitiva con placas o con clavos”, precisó.

Excesos. Según Toaquiza, la incidencia de accidentes es alta y por lo general  son pacientes traumatizados, que no solo tienen una fractura sino trauma de cráneo, tórax, abdomen y fracturas expuestas.

Para atenderlos se requiere de todo un equipo y la mayoría requiere terapia intensiva.

Atención. Dijo que en el hospital los cinco médicos operan de dos a tres pacientes por día. 

“Asistimos a la emergencia cuando lo requieren, especialmente cuando son traumas fuertes, a quienes se los opera inmediatamente”, sostuvo.

Según Toaquiza, es alta la incidencia de accidentes en moto, más del 80% son pacientes que iban en esa clase de vehículo.

“Llegan al hospital en estado etílico y como son traumas a alta velocidad el impacto es muy fuerte y se afecta todo el organismo. Son personas que quedan con secuelas y no vuelven a ser las mismas. Es un costo alto para el Estado y para el propio paciente”, indicó.

Pese a la demanda, añadió, en este momento existen tutores externos, placas, clavos endomedulares, y al paciente no le cuesta un centavo.