En la llamada zona sur se asientan los dos grandes conglomerados citadinos: Manta y Portoviejo, que también poseen zonas rurales, mientras en los 20 cantones restantes el flujo de personas y productos agropecuarios es diario. Así, ganado vacuno en El Carmen, Flavio Alfaro, Chone, Pichincha, Tosagua, Olmedo, Pedernales, Bolívar, Jama,   Santa Ana, y Junín. Igual diríamos de Jipijapa, 24 de Mayo y Paján. 

Verduras y frutas de Rocafuerte y Montecristi, naranjas, cocos y mangos en casi todos los cantones y productos generalizados como el café y el cacao; a su vez pesca en Jaramijó, San Vicente, Bahía de Caráquez, Puerto López; producción artesanal de trenzas, sombreros, ollas, dulces. 

Y en tiempos de cosechas plátano, guineo, camarones, café, cacao, higuerilla, arroz, todo lo que genera una gran movilidad ciudadana diaria, carga que antes se hizo en caballos y mulares pero hoy se realiza en vehículos motorizados, lo que requiere de una gran red vial de caminos, que han sido empeños del Consejo Provincial de Manabí y varias municipalidades.

Esto muy bien, pero cientos de otros puntos poblacionales productivos usan, aunque sea en vías veraneras, camionetas y pequeños camiones adaptados al sistema de pasajeros y carga, los que resultan indispensables en la ruralidad para movilizar lo enunciado. 

Se habló mucho de un trasporte mixto que debía ser aprobado por las autoridades, a fin de suplir la realidad diaria de ésta movilidad; más, realmente, no se ha aprobado y sigue siendo una mala molestia para la población productora rural la falta de tales elementos. 

Por eso insistimos en que se afronte el problema y se den soluciones facilitando este ir y venir, ya señalado con la aprobación de un sistema de transporte seguro y regulado. Hoy saludamos  con  entusiasmo a la nueva autoridad provincial, Gobernador de Manabí, Sr. Ing. Javier Díaz Zambrano, oriundo de un respetable hogar manabita chonense, valor intelectual que conoce la auténtica necesidad del agro y le solicitamos favorecer con buenas disposiciones el problema que viene de hace muchos años. 

Así lo requiere nuestra realidad en toda su extensión; y solucionando esta problemática se facilita la oportunidad de obtener mejores ingresos a la abnegada labor de trabajo y de muchos miles de sacrificados hombres y mujeres manabitas.