Con ello, los dirigidos por Luis Enrique igualaron en 75 puntos, aunque Barcelona tiene mejor gol diferencia, y los blancos un partido menos contra el Celta de Vigo.

El partido  fue un canto al fútbol, jugado de ida y vuelta, con ambos equipos buscando el triunfo sin esconder nada.

Pero Messi demostró que es un jugador diferente, y ayer jugó un partidazo, de 10. 

El argentino bajó mucho a recibir y eso su equipo se lo agradeció. Participó mucho en el juego y siempre intentó buscar el balón para poner en apuros a la defensa blanca. Recibió un codazo de Marcelo en la primera parte que no mermó su rendimiento, pese a que tuvo que jugar algunos minutos con un esparadrapo para que no sangrara. Fue el autor de dos goles, incluido el decisivo en el tiempo añadido, pero pudo marcar alguno más. En algunas ocasiones no acertó con sus remates y en otras se encontró con Keylor.

 

>Los goles. El brasileño Casemiro inauguró la cuenta a los 28 minutos al aprovechar un rechace del palo a remate de Sergio Ramos, pero el Barcelona remontó con dos magníficos tantos.

El argentino Messi igualó el encuentro poco después de la media hora con un golazo. Recibió desde la derecha, enganchó con la diestra y remató cruzado con la zurda una pelota imposible para el golero Navas.

El partido no bajó de intensidad con el empate, pero el desnivel llegó en la segunda parte.

El croata Ivan Rakitic marcó a los 73 con un disparo colocado desde fuera del área.

El Real Madrid, con diez hombres por expulsión de Sergio Ramos con roja directa a los 77 minutos por una dura entrada a Messi, consiguió igualar por medio del colombiano James Rodríguez a los 86. 

Parecía que el partido terminaba empatado, pero la estrella argentina exhibió sus galones y firmó el 2-3 a los 92 tras capitalizar un centro rasante enviado desde la izquierda.