“No acostumbro a lamentarme, de los designios de Dios no reniego nunca y siempre apelo a la experiencia ajena para aprender”, afirma.

Agustín Casanova: La recuperación fue rápida para el comercio, tanto formal como autónomo, ayudando con temas de seguridad, limpieza, para recuperar lo que para mí es más importante, la generación de ingresos para poder subsistir. En 3 días se recuperó el 60% de la dotación de agua y en 2 semanas recuperamos los servicios, un tiempo récord. Coordinamos los censos de daños en infraestructura que permitió el retiro de escombros de edificaciones que colapsaron totalmente y la demolición de aquellos que quedaron gravemente afectadas. En lo social hemos trabajado con ONG. 

Como extraordinaria. Qué valor. Lo que más me sorprendió fue que cuando hablé con todo el mundo nadie habló de ayer ni de lo que había perdido. Ayúdenos para salir adelante, a los manabitas no nos gusta nada regalado, me dijeron.

Sí, para construir la ciudad ordenada, inclusiva de oportunidades que era parte del propósito de nuestro plan de desarrollo, que estamos claros que no hubiera tenido el vigor, la fuerza que tiene ahora, porque nos faltaban dos cosas: recursos y dos, creo la posición del ciudadano a ese cambio. No podemos repetir modelos anacrónicos, todos debemos prepararnos para un cambio mental, las ciudades que no innovan y no arriesgan, no cambian.

La OMS habla que debe haber 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitantes, nosotros teníamos menos de uno. De 51 parques uno estaba  peor que el otro, excepto el Vicente Amador Flor y el de La Madre, el resto era sucio, lleno de gente indeseable, incluso.

Hay interés del Banco de Desarrollo y del Banco del Pacífico para financiar los dos centros comerciales. Uno se construirá en la escuela Rafael María Mendoza y la academia artesanal Ángela Rosa Cevallos, y el otro en el coliseo Eloy Alfaro más 8 bienes privados que habrá que expropiar. El proyecto cuesta 26,6 millones, el municipio pone la garantía.

Que tiene un propósito, que es lo más importante. El país por fin mira a un Portoviejo que sabe a dónde quiere ir. La vara está bien alta y es bien difícil que se la vuelva a bajar. Portoviejo va a tener el mercado, el mejor parque, el mejor catastro, el mejor centro comercial, la mejor planificación territorial y los mejores ciudadanos.