Ser jugador de una selección de fútbol y que tu propio hijo sea fanático de un futbolista del equipo rival no es común, pero puede ocurrir.
El volante boliviano Pablo Escobar contó ayer en rueda de prensa el fanatismo de sus hijos por Lionel Messi, al que enfrentará hoy en los 3.600 metros de altura de La Paz. “Mis hijos son hinchas de Messi, pero ya les dije que salvo que él les pague el colegio, deben hinchar por mí”, dijo Escobar ante las risas de todos.
El jugador de The Strongest señaló que “enfrentar a Messi es motivante y será un placer para todos, es el mejor de la historia”.
En otro orden, dijo: “Es increíble cómo los medios argentinos hablan tanto de la altura. Es simple, jugamos al fútbol y ya está, no hay otro secreto. Argentina lo demostró empatando la anterior vez”, recordó.
Argentina visita a Bolivia hoy en el estadio Hernando Siles de La Paz, a las 15h00, con cuatro bajas. El DT Edgardo Bauza no podrá contar por suspensión con el delantero Gonzalo Higuaín, el defensor Nicolás Otamendi y los volantes Javier Mascherano y Lucas Biglia.
El plantel se ha concentrado en Santa Cruz de la Sierra y viajará a La Paz cinco horas antes del partido. Los recuerdos están frescos: el 6-1 del 2009 a la selección que dirigía Diego Maradona aún está en la memoria argentina.
Es por ello que llegarán con tubos de oxígeno y quizás con viagra para combatir la altura. Bolivia, ya sin chances de ir a Rusia, plantará un equipo defensivo, tomando este partido, pese a todo, como una final.