Floripa Borbor, secretaria del templo, indicó que voluntarias junto al párroco de la iglesia han realizado varias actividades para recaudar fondos, pero aún no logran recolectar los 40 mil dólares que costaría la construcción de la nueva torre.

Por la demolición, en el interior de la iglesia han tenido que agrupar las bancas y el espacio es más reducido. El lugar se encuentra sin techo, pero hasta ahora las pocas lluvias les ha ayudado, por lo que las eucaristías se realizan con normalidad, indicó Borbor.