Un laboratorio en la isla sureña china de Hainan estudia las mutaciones de unos mangos que astronautas de este país llevaron al espacio, con el fin de obtener nuevas frutas de esta especie inmunes a las plagas, informa hoy el oficial Diario del Pueblo.
Los mangos fueron transportados por la nave espacial tripulada Shenzhou XI, que estuvo 33 días en órbita el pasado año y, tras regresar a la Tierra, están siendo meticulosamente estudiados por el laboratorio, que aisló células embrionarias de las frutas y ha conseguido que éstas desarrollen ya los primeros tejidos.