Algunos medios de comunicación vienen titulando al actual invierno como destructor, anotando que los tres últimos años consecutivos las precipitaciones pluviales fueron realmente escasas, y que nuestro agro lo sentía ya como una sequía que afectaba todas las actividades, tanto de cultivo como a la ganadería, esta última en mayor grado, dado que Manabí sigue siendo la provincia con mayor número de cabezas de vacunos.
Un tanto se lograba pasar la crisis gracias a la existencia de los embalses de Poza Honda y La Esperanza, que fueron construidos en gobiernos anteriores, época del CRM y otras entidades; y en cuanto a Chone, la represa de Río Grande que funciona desde casi dos años como realización del actual régimen. A ella le falta la implementación de los segmentos de la fase de agua potable en extenso, y el servicio de riego de 3.200 ha, aproximadamente.
Los estudios israelíes de 20 años atrás indican que Manabí debe embalsar toda el agua posible construyendo cerca de 10 presas en los pequeños sistemas hídricos de la provincia.
Esta es una tarea pendiente que involucra a toda la provincia con su creciente población y en pro de su desarrollo agropecuario. Al mismo tiempo, tiene que ocurrir que todos los organismos de administración pública: municipios, juntas parroquiales, Gobierno Provincial y entidades de planificación central, deben trabajar al unísono en un gran proyecto unificado que regule el uso debido del suelo, tanto urbano como rural.
Zonificar articuladamente la ocupación del mismo en función de un desarrollo agropecuario que es real, e ir avanzando en otros estamentos de tecnificación, industrialización, comercialización, riego, vialidad, y asentamientos humanos, tomando también en cuenta nuestra producción marítima en pesca y el establecimiento de una moderna industria pesquera en un verdadero y bien ubicado puerto marítimo que nos integre al porvenir del gran comercio mundial.
Luego, que sigan cayendo las lluvias que son vitales, benéficas, que hasta ahora de manera alguna es parecida a un fenómeno como El Niño, que antes nos afectara. Pero al mismo tiempo hay que tomar las precauciones para que el debido uso del suelo mantenga y aumente nuestros índices de productividad con respecto a lo que siempre supieron hacer los manabitas: que nuestra tierra produzca para mantener la canasta familiar ecuatoriana.
Al terminar esta entrega debo decirles: Tenemos un compromiso con el país para la segunda vuelta electoral presidencial.
- ¿Qué te pareció la noticia?
- Buena
- Regular
- Mala
