“Después de todo lo que Claudio Ranieri ha hecho por Leicester City, sacarlo ahora es inexplicable, imperdonable y tristemente desgarrador”, dijo el recordado centrodelantero de los ‘Zorros’ y de la selección inglesa de los 80, apunta la BBC.

Y es que hace tan solo nueve meses, el 2 de mayo del 2016, el entrenador italiano, con su equipo modesto y aguerrido, celebraba el primer título de liga del club en 132 años de existencia.

Antes de comenzar esa inolvidable temporada 2015-2016, las casas de apuestas británicas daban al Leicester City probabilidades de 5.000 a 1. Ranieri hizo la imposible.

“Tras la euforia de la pasada temporada y coronarnos como campeones de la Premier League, mi único sueño era seguir en el Leicester City, el club que amo, para siempre”, dijo Ranieri tras su despido.

El milagro. Ranieri había sido contratado para salvar al equipo del descenso y en lugar de eso lo sacó campeón.

El elenco se había formado con jugadores que quedaron sin contrato, despedidos por otros clubes, unos pocos de las divisiones inferiores y lo que quedó de las muy mediocres temporadas anteriores.

Por ello el milagro de los ‘Zorros’ se inscribió de inmediato entre las más grandes hazañas del fútbol de los últimos años. Pero en la tarde del jueves el encanto se terminó. A través de un corto comunicado, el Leicester anunció el despido de quien el año pasado obtuvo el premio FIFA Best al mejor entrenador del 2016.

La caída. Realmente fueron pocos los que creían que el modesto club de Leicester pudiera repetir la hazaña del año pasado en la actual temporada de la Premier League, pero tampoco muchos vaticinaron un desplome tan violento del equipo. 

Después de 25 partidos, los ‘Zorros’ acumulan apenas 21 puntos y lograron sólo 5 victorias. Se encuentran en el puesto 17 de la tabla de posiciones, llevan 14 derrotas y han recibido 43 goles.

Los números parecen justificar el despido, pero hay voces en contra. Michael Owen, el veloz punta inglés que pasó por el Liverpool, Real Madrid, Newcastle y Manchester United, calificó el despido como una “total y absoluta vergüenza”. 

Ranieri tiene otra carta a su favor a la hora del balance. En la Champions League no le fue tan mal, todo lo contrario. Está disputando el pase a los cuartos de final de la Champions League con el Sevilla.