Hoy, sin importar condición social, económica o política, iletrados o PhDs, creyentes o ateos, patuchos o espigados, gordos o flacos, calvos o pelones, diestros o zurdos, guapos o feos, mudos, sordos o ciegos,  blancos, negros, indios, cholos, montuvios, chagras o mestizos, mujeres, varones o mixtos, debemos ir a las urnas.

Hoy, gracias al Gran Arquitecto del Universo, es un día sin ninguna discriminación, dado que las circunstancias nos hace iguales a todos (as) en derechos y obligaciones cívicas.

Hoy, hasta los presos (PPL) sin sentencia tienen la posibilidad de votar en los recintos carcelarios del país, en demostración de respeto a ser considerados ciudadanos inocentes mientras, en sentencia, un juez no los declare culpables.

Hoy, en las colas de los votantes, veremos también a extranjeros con un mínimo de cinco años de residencia en el país. 

Hoy, los discapacitados (con asistencia y ayudas), ejercerán su derecho a decidir quiénes serán los futuros gobernantes y legisladores.

Hoy, de igual manera, tendremos la responsabilidad de analizar  con mucho cuidado y sin prisas, los antecedentes personales y políticos de los (las) candidatos (tas), antes de depositar nuestros votos en las ánforas respectivas, para, en lo posible, evitar errores que luego nos pesen.

Hoy, tomaremos la decisión de entregar nuestro voto a los (as) candidatos (as) más confiables, independientemente del partido o movimiento auspiciante y de las “encuestas”, que a lo largo de la campaña ofrecieron el “oro y el moro”.

Hoy, los electores manabitas seguramente sabrán reconocer a quienes, gracias a una consulta popular, La Manga del Cura será legalmente reconocida como territorio manabita.

Hoy, probablemente no pasarán desapercibidas las expectativas sobre el futuro de la Refinería del Pacífico, obra emblemática de la revolución ciudadana que piensa culminar luego de que se obtengan los recursos financieros que se vienen gestionando desde afuera con el apoyo de ciertas fuerzas vivas del Ecuador.

Hoy, por último, espero encontrarme en el recinto electoral donde voy a votar, a quienes se mantuvieron positivos durante el proceso de concesión de Puerto Manta, lo cual incidió para el contrato entre APM y la empresa chilena Agunsa. 

Hoy, con vuestra venia, no habrá en esta reflexión el infaltable pero.