Actualizado hace: 938 días 11 horas 30 minutos
Montaje del día
Aliados

‘Aliados’ es la última película de Robert Zemeckis, un cineasta que lleva más de 40 años detrás de la cámara y entre cuyo repertorio saltan a la vista varios clásicos, algunos exitosos en todo sentido, como ‘¿Quién engañó a Roger Rabbit?’, ‘Volver al futuro’ o ‘Forrest Gump’, y otros quizás menos escandalosos pero para mí igual de notables, como ‘Náufrago’ o ‘El vuelo’. Esto hay que tenerlo muy en cuenta porque ‘Aliados’ es antes que nada un tributo al Hollywood más convencional y mejor contado, es precisamente el tipo de película que lo hará todo para meterse al espectador en el bolsillo.

Domingo 22 Enero 2017 | 04:00

Ahora bien, esto lo digo como un halago. Las películas de Zemeckis han estado tradicionalmente del lado del público, han sido claras y entretenidas, transparentes y honradas, en fin, han sido generosas y complacientes con la audiencia: dentro de ellas, digamos, el espectador jamás estará perdido, pues siempre encontrará a la mano la información suficiente para no descarrilarse de la historia. 
En ese sentido, ‘Aliados’ funciona a la perfección, casi como un aparato metálico con aspiraciones sentimentales. La historia transcurre en plena Segunda Guerra Mundial, y tiene en el centro de la trama a una pareja de espías que deben fingir estar casados para llevar a cabo una misión secreta. Así, muy por encima, parecería una película simple y acaso también reciclada, pero los protagonistas son Brad Pitt y Marion Cotillard, y francamente verlos juntos y en acción agrega mucha plusvalía a esta propiedad; además, están la mirada, la mano y la moral de Robert Zemeckis, un director que quiere ganarse al público a toda costa, pero nunca cae en la desesperación o en el ridículo, muy al contrario, celebra las formas del cine clásico: filma como los grandes, como si todo lo que estuviese pasando en la pantalla fuera de vida o muerte, y explota con la cámara todos los recursos de la belleza cinematográfica. A ratos, ‘Aliados’ parece una especie de lección de cine, una clase didáctica de cómo hacer una película que funcione; y en sus mejores momentos se siente como la obra de un artesano que se ha perfeccionado en el oficio a través de los años.  
Y sí, claro que sí, Brad Pitt y Marion Cotillard terminan inevitablemente enamorados y su amor se vuelve más importante, intenso y urgente que la misma guerra. 
Al final, esta es la historia de una pareja que florece en el momento menos apropiado, pero así es el amor, aparece de repente y nos ocupa por completo. 
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