Los candidatos presidenciables no pueden ni deben considerar la  campaña como una batalla entre los jóvenes y los que no lo son, los viejos y los nuevos, la generación de hoy con la pasada. Esto será como enfrentar el conocimiento, la experiencia del padre con la nueva visión de la realidad que tiene el hijo.

El candidato a Presidente de la República que una con más fuerza el Ecuador de hoy con el de ayer sin obstaculizar el de mañana, será el que  levante la aceptación de los ecuatorianos aptos para sufragar y lo lleve al triunfo electoral, el 19 de febrero del próximo año.

Hoy como ayer surge la pregunta: ¿Cuántos políticos activos tiene el Ecuador? Preciso es conocer previamente esta consulta para determinar si el candidato a presidente y Vicepresidente de la República, parlamentarios andinos, asambleístas han cumplido a plenitud con los valores morales e intelectuales. Cuántos son los que tiene un saldo en contra que los obliga a renunciar.

Los partidos y movimientos políticos aseguran que hay nuevos líderes y un nuevo piso, y cuando hablan de un nuevo suelo parece que invocan la presencia de grupos formados por ecuatorianas y ecuatorianos de notable y excelente vida política.

Los políticos juegan un papel esencial en la construcción de la nueva sociedad ecuatoriana, pero cuántos son fiel reflejos de sociedades decadentes que viven empeñados en deshonrar su propia palabra y  función, con lo que no sólo entran a la crítica de la patria como tal sino también de la sociedad y del estado.

Lo curioso está que en la campaña abundan los ofrecimientos, los apretones de manos y abrazos reemplazan a los discursos. La campaña política actual tiene que convertirse en el movimiento más respetado y respetable durante todo el proceso electoral, pero necesita que el candidato no mienta ni engañe.

La politiquería y los politiqueros no pueden provenir de la honradez política. Lo cierto es que el sufrimiento político vive y crece en el pueblo, como también está en el egoísmo de los candidatos que no le dan un apretón de manos y un abrazo humano a los que pasan. necesidades, sabiendo que muchos de los que pasan hambre usan la violencia como medio para satisfacer sus necesidades.  

Reflexionando: El candidato triunfador no sólo debe de considerar la República como un país pequeño, sino que también tiene que luchar contra todos los que la irrespetan como un territorio de  reducido nivel de vida.