El equipo científico del Centro de Diabetes, Endocrinología y Metabolismo de dicha universidad y el hospital de Churchill sostienen que las personas con grandes nalgas son más resistentes ante las enfermedades crónicas. El estudio también revela que las mujeres con este rasgo corporal pronunciado también son capaces de producir más hormonas para metabolizar el azúcar.
Los resultados de los estudios concuerdan con la idea que los traseros más grandes indican inteligencia. Parece que las damas curvilíneas poseen más grasas Omega 3, que impulsan el desarrollo del cerebro.
Para Konstantinos Manolopoulos, investigador principal de este estudio, la grasa alrededor de las caderas y los muslos es buena para usted, pero alrededor de la barriga es mala.