En la consulta de especialistas en psiquiatría como Jaime Bejarano, se cuenta con el triple de pacientes que antes.
El médico explica que tras el evento sísmico ha aumentado considerablemente la aparición de cuadros de depresión, ansiedad, alteraciones en personas con trastorno bipolar y otro tipo de dolencias.
Bejarano alerta sobre la necesidad de un tratamiento adecuado y seguimiento profesional a los pacientes, ya que en caso de buscar una ayuda inadecuada se pueden prescribir medicamentos que en lugar de ayudar podrían ser perjudiciales.
Dice que médicos de otras especialidades en ocasiones recetan medicamentos que no son adecuados para lo que padece un paciente. “Puede haber un aumento en el número de suicidios”, alerta el profesional al recalcar que los ciudadanos deben buscar ayuda.
CASOS. Entre las señales que los pacientes demuestran por los traumas provocados por el terremoto están la falta de sueño, de apetito, depresión, incapacidad para relacionarse afectivamente e incluso trabajar.
Susana, nombre protegido, es una paciente que señala que tiene severos problemas de sueño tras lo ocurrido ese día.
Explica que en estos siete meses han sido pocas las noches en las que ha logrado dormir con normalidad. “Tengo pesadillas, me levanto muchas veces en la madrugada, paso muchas horas en vela”, cuenta la mujer que aunque no perdió a ningún familiar cercano en el evento sísmico asegura que vivió horas de horror junto a su familia.
La mujer afirma que cuando escucha un ruido fuerte o la tierra se mueve por algo como el paso de un vehículo, le da pánico.