La noticia les cayó de sorpresa.
Jonathan Loor recibió una llamada el miércoles por la noche, aproximadamente a las 23h00. Se aprestaba a dormir cuando alguien que dijo de ser el MIES le informó que su nombre estaba entre los beneficiados para salir del albergue y pasar a una casa nueva.
“Pensé que me llamaban para pasar lista como todas las noches, pero luego me dijeron que alistara mis cosas”, comentó.
La esposa de Loor añadió que la noche se le hizo larga. Ya había perdido las esperanzas de vivir en una casa propia, ante la espera de un bono, y el reclamo de las personas por acceder a uno de los incentivos que entrega el Estado, precisó.
Pero ayer, a las 17h40, el director provincial del Miduvi, Eder Cevallos, le entregó las llaves de su casa en sus manos.
“Allí respiré hondo y le di gracias a Dios”, indicó.
Maribel Castro, por su parte, estaba incrédula. También le dieron la noticia la noche del miércoles y no atinó respuesta.
Su casa, ubicada en las calles Córdova y Ricaurte, colapsó; así que radicarse en el albergue le llevó acostumbrarse un tiempo.
“Han sido siete meses de sufrimiento, pero Dios finalmente escuchó mis ruegos”, sostuvo.
Su inmueble, añadió, sufrió daños severos y la noche del terremoto durmió en la calle hasta que el 17 de abril pasó al aeropuerto. Allí, con sus vecinos de carpas, tuvieron charlas interminables sobre su futuro.
Sobre su destino en El Guabito se encuentra optimista, aseguró que una mente positiva le permitirá seguir adelante para el bienestar de los suyos.
PROGRESIVO. Eder Cevallos, director provincial del Miduvi, expresó que la entrega de las viviendas estaba en los planes. Ayer se entregaron 17 soluciones habitacionales y ocho de ellas fueron para personas con discapacidad.
“Hemos priorizado a las personas con discapacidad y tercera edad, ya están distribuidas y hasta el domingo 100 familias estarán establecidas en El Guabito”, precisó.
Por su parte, Gabriela Molina, directora distrital del Ministerio de Inclusión Económica y Social, dijo que han cumplido una labor a favor de los albergados.
Las familias que dejaron este sitio, sostuvo la funcionaria, seguirán recibiendo el respaldo de la institución, y aquellos que se mantienen -añadió- gozarán de los servicios que han tenido desde que el aeropuerto fue habilitado para los afectados por el terremoto.