Esto obedece a las constantes demandas de los propietarios de edificaciones y bienes que no han podido ingresar a realizar reparaciones y mejoras por estar vedado el paso, bajo cuidado militar y policial, según decreto de emergencia.

Aquella disposición del COE nos parece acorde a la situación imperante en la golpeada sociedad del sector, puesto que durante siete meses los propietarios de los inmuebles han estado alejados de sus bienes, muchos de ellos con daños que pueden ser superados en poco tiempo.

La oposición de las Fuerzas Armadas se refiere al estado de inseguridad física persistente porque aún hay casas por derribar, zanjas abiertas, etc.; pero entendemos que las condiciones mismas del área limitarán la circulación y las actividades a realizar se concretarán a lo indispensable, hasta superar las otras necesidades.

Deberá, entonces, el alcalde apurar a las entidades oficiales los trabajos de restitución de servicios vitales como el agua, alcantarillado, de teléfono y la energía eléctrica, para que Tarqui vuelva a recobrar su laboriosidad comercial.