La ampliación del Estado de Excepción a 60 días más determina la suspen­ción del “ejercicio del de­recho de la inviolabilidad de domicilio y de libre tránsito de los afectados por el terremoto del 16 de abril y sus réplicas, en las provincias de Manabí y Es­meraldas, por cuanto al­gunos ciudadanos preten­den retornar a sus hogares situados en inmuebles que precisamente constituyen un riesgo para su vida e integridad física”. 

Él manifiesta que su vi­vienda está en buenas condiciones y, una vez que abrieron las calles, re­gresó a su casa y abrió su local. 

Comenta que cuenta con servicios básicos y poco a poco está regresando el lugar a la normalidad. “Ya hasta mis clientes me están localizando. Ya es­tán viniendo”, dice. 

De la misma manera, Mar­cos Ramón Palma colocó su mesa de madera llena de cangrejos y comenzó a comercializarlos. 

Él también se encuentra en la calle 18 de Octubre, una de las últimas en abrirse. 

Indica que las ventas están “buenas” e incluso se ale­gra de que el tránsito vehi­cular sea cada vez mayor en su calle. “Hay más carros que an­tes, más en la mañana. Por la noche sí es una calle fantasma”, comenta. 

Agrega que también cuenta con luz y agua potable, lo único que le falta es el servicio de telefonía fija. 

Anuncia que el martes abrirá su cevichería “Can­grejos Palma” y espera que su clientela ya no le tema a la ex “zona cero” y visiten su negocio. 

ZONA CERO. Marcel Gui­llén, gerente de la recons­trucción, no adelantó fe­chas para la apertura de la zona cero, indicando que siempre hay que tomar precauciones y coordinar con las instituciones para que se vayan restablecien­do los servicios básicos como agua potable, alcan­tarillado y la energía eléc­trica. 

 Detalló que el Municipio de Portoviejo emitió 680 autorizaciones de demoli­ción, de las cuales se han ejecutado 667, informó. 

Las últimas calles abiertas fueron las intersecciones en la calle 10 de Agosto y Rocafuerte; calle Pedro Gual y Rocafuerte y calle Rocafuerte y 9 de Octubre.